—Jaja, tú eres Lu Ming, ¿verdad? He escuchado a esta pequeña niña Lan 'er hablar de ti tantas veces, y hace tiempo que quería venir a verte. En, en, ahora que te he visto, efectivamente no estás mal, puedes ser llamado un Dragón entre los hombres —El Decano de la Sala del Pájaro Bermellón examinó cuidadosamente a Lu Ming, acariciando su barba blanca y asintiendo con la cabeza.
—¡Eres demasiado amable, director! —Lu Ming dijo humildemente.
Sin embargo, al fin y al cabo todavía era un adolescente de 16 años. Ser alabado por una Gran Figura, aún le hacía feliz en el corazón, y no pudo evitar revelar una sonrisa en su rostro.
—Abuelo, no lo alabes. ¡Mira lo orgulloso que está! —Mu Lan echó un vistazo a Lu Ming y dijo.
—¿Hermana Mayor Mu Lan, estás celosa? ¡Jaja! —Lu Ming sonrió.
—El celoso eres tú. Chico, ahora que estás en la lista de bronce, te estás volviendo más osado, ¿no? —Mu Lan apretó los dientes y miró ferozmente a Lu Ming.