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—Jajaja, no puedo comer gratuitamente la comida del dador de limosnas Lu. Aquí tengo un poco de vino grado superior que combina bien con esta carne asada —el monje despiadado caminó hacia ellos y con un gesto de su mano, aparecieron en el suelo siete u ocho jarras de vino.
—Esto... —Lu Ming, Xie Nianqing y Long Chen estaban todos impactados.
—¿Cómo puede haber un monje así en la secta budista?
—Jaja, ¡entonces este pequeño monje no será cortés! —el monje sin escrúpulos se rió y sus ojos se iluminaron. Se arremangó y arrancó una de las alas del ave, luego comenzó a roer.
—Lu Ming sonrió y recogió una jarra de vino. La abrió y dio un gran trago. El vino era espeso y dulce, y se sentía cálido y confortable en su estómago. Incluso su esencia vital podía circular más suavemente.
Este era realmente un vino grado superior. Este monje sin escrúpulos realmente sabía cómo disfrutar. Luego, Li Huo se tragó el vino y comió la carne.