Chương 24: Ma Teng
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Dentro de un gran salón iluminado por lámparas de papel, dos mujeres jóvenes danzaban al ritmo de la música, su cuerpos vestidos con la mas fina seda de la región, eran el regalo que recibieron de su maestro durante el día.
Revelando una sonrisa coqueta, una de ellas avanzo hacia su maestro cuando la música estaba por terminar.
—Maestro Ma, Xiao Mei esta muy agradecida por su regalo, si está de acuerdo, Xiao Mei sería muy feliz si le permite acompañarlo esta noche— ampliando un poco mas de la abertura de su qipao rosa, ella intento acercarse usando todos sus encantos.
El maestro Ma Teng se mantuvo tranquilo cuando ella choco con una pared invisible, detrás de él, un hombre con el rostro cubierto por un velo se paró frente a ella —Xiao Mei, el maestro Ma Teng tiene un compromiso importante que atender, es mejor que conozcas tu posición si no quieres terminar como las demás—
—Xiao Mei entiende, por favor, maestro Ma disfrute de nuestra danza especial para usted— controlando el temblor en sus piernas, Xiao Mei comenzó a danzar con su compañera cuando la música volvió a sonar.
—No crees que fuiste un poco excesivo con ella— pregunto el maestro Ma Teng sosteniendo una taza en su mano.
—Maestro Ma, usted es el hombre mas importante para nosotros, esas mujeres son solo instrumentos que se pueden desechar—
—Xiao Feng, eres demasiado estricto, recuerda que aun somos hombres, tal vez si conoces el cuerpo de una mujer dejes de fruncir el ceño constantemente—
—Maestro…—
—Bien, dejemos esas cosas para otra ocasión, ¿ya han llegado nuestras visitas?...estoy ansioso por probar la bebida que nos prometieron—
—Ellos llegaron hace 10 minutos—
—Bueno, y que esperas…hazlos pasar— aplaudiendo dos veces, la música se detuvo y las bailarinas dejaron de danzar. Luego de hacer una reverencia, ellos se retiraron del salón, quedando solo el Maestro Ma, Xiao Feng y dos guardias con los ojos cerrados.
—Veamos con que nos sorprenderán esta vez…—
Observando cada movimiento con detalle, Jin perdió interés cuando dos hombres blancos sacaron barriles de cerveza y se la entregaron al maestro Ma.
Mientras Jin revisaba el resto de la mansión, dos ojos dorados observaban cada uno de sus movimientos sin revelar ningún tipo de amenaza, solo tenían curiosidad de lo que buscaba en la mansión.
En las habitaciones, Jin encontró toneladas de alimento apiladas en grandes pirámides, algunos minerales que guardo en su inventario y ropa de mujer fabricada con la mas fina seda del asentamiento.
Acercándose a la última habitación, un olor nauseabundo obligo a Jin cubrirse el rostro, después de noquear a los dos guardias que protegían su entrada el abrió la puerta temiendo lo que iba a encontrar.
Detrás de la puerta, un pasillo de piedra se extendía varios metros hacia una sala subterránea, sus paredes tenían una sustancia parecida al petróleo con un fuerte hedor a sangre que goteaba del techo.
Al final del pasillo, 12 jaulas de metal tenían rastros de sangres en sus barrotes, en su interior decenas de cuerpos estaban abrazados sin signos de vida.
—Usa evaluación sobre ellos—
Escuchando las palabras, el sistema desplego tres ventanas ordenadas, cada una con nombres de personas que Jin no conocía.
Cadáver humano en descomposición…
Cadenas de metal oxidadas…
Jaula de metal oxidada…
Revisando cada una de las jaulas, todas ellas tenían la misma descripción, con ropas de hombres, mujeres y niños, Ma Teng no contuvo su mano y arrebato la vida de todo aquel que no lo obedeciera.
—Ma Teng, espero que en tu siguiente vida te arrepientas de todo lo que hiciste—
Ma Teng era inconsciente de a quien había enfadado. Como cabeza de una familia poderosa, la vida humana no tenía valor para él, todas las personas solo eran herramientas para conseguir sus objetivos, no importaba quien fuera, si él lo ordenaba se debía cumplir.
Bebiendo plácidamente la cerveza artesanal que fue regalo de los estadounidenses, Ma Teng entrego algunas mujeres de las que se había aburrido a los mensajeros a su lado.
—No se contengan, ellas pertenecen a la mejor selección en mi mansión…Ustedes, enséñenle todo lo que han aprendido y denles una buena recepción—
Dejándose llevar por la lujuria, los estadounidenses extendieron sus manos revisando el cuerpo de las mujeres con el deseo en sus ojos, no pudieron reaccionar cuando ellas sacaron dos dagas de su ropa y se las enterraron en el centro del corazón.
—Qué te parece Xiao Feng, es de tu agrado mi decisión— dijo tomando otro trago de cerveza mientras dos cuerpos sin vida caían al suelo.
—Maestro Ma, usted es el más sabio entre nosotros…ahora que tenemos toda la información de los estadounidenses, es solo cuestión de tiempo para que su gente sea esclavizada por usted— mirando a las mujeres desnudas agrego —Ustedes llévense la basura, el maestro Ma necesita pensar—
Como un destello de luz, la espada de Jin atravesó el aire cortando hacia el cuello de Ma Teng cuando la puerta fue abierta.
—¡Xiao Feng!— grito el anciano al sentir el peligro.
¡Clanc!
Jin quedo sorprendido cuando una barrera apareció frente a Ma Teng, en un instante un joven de 17 años apareció al costado de Jin cortando viciosamente hacia su corazón.
—Maestro, ordene!—
—Deshazte de esa basura, pero mantenlo con vida, quiero ser yo el que lo torture hasta la muerte, el último de ellos no pudo aguantar más de una hora, este parece ser más duro que los demás—
Sin esperar una segunda palabra, Xiao Feng ataco a Jin sin darle un segundo para respirar, cada uno de sus movimientos era perfecto y atacaban todas las aberturas de Jin.
Jin nunca escucho de un guerrero llamado Xiao Feng, viendo su estilo de espada estaba seguro de que podría ser un buen guerrero cuando el imperio Valiro llegara, era una lastima que estuviera de lado de alguien perverso como Ma Teng.
—Pequeña alimaña, en realidad creíste poder tomar mi vida, Xiao Feng usa esto— tomando una cristal verde en sus manos, Ma Teng se lo arrojo a su subordinado.
Tragando el cristal de un solo bocado, los músculos de Xiao Feng se fortalecieron en una capa y en sus ojos una segunda pupila apareció fijándose firmemente en el cuerpo de Jin.
Sin decir una palabra, Xiao Feng se teletransporto detrás de Jin en un instante.
¡!!BOOOM!!!
Con un solo choque de espadas, los brazos de ambos peleadores recibieron el retroceso, aun así no soltaron sus armas —Que demonios le diste— bloqueando el siguiente ataque, Jin quedo sin palabras cuando tuvo que retroceder a una de las murallas.
—Sorprendido, esta es la gran habilidad que mis ancestros me entregaron, con ella no hay nadie en el mundo que pueda detenerme— regocijándose al ver que Jin no podía contraatacar a Xiao Feng, Ma Teng agrego —Pareces ser un guerrero poderoso…aun así, no eres mas que carne lista para ser devorada por otros…Xiao Feng, ¡derrótalo ya! No necesitas contenerte—
Como una marioneta, Xiao Feng apareció al lado de Jin arrojando un puño a su estomago —¡Demasiado lento!— desviando el ataque, Jin aprovecho el impulso del joven y lo lanzo hacia el suelo, fue solo gracias a su experiencia que pudo predecir el movimiento del joven.
—Maestro, denos instrucciones y eliminaremos a esa molestia—
Los guardias vestidos con una armadura escamada se prepararon para luchar, ambos abrieron sus ojos al sentir que Xiao Feng no podía derrotar a Jin, ellos eran mas poderosos que Xiao Feng, con solo un movimiento estaban seguros de poder derrotar al intruso, pero sus cuerpos no se moverían a menos que Ma Teng les ordenara.
—No es necesario, no es necesario…Xiao Feng es suficiente para tratar con una basura de ese nivel— pensando un poco agrego —quizás el no sea el único en la mansión, vayan a buscar cualquier intruso y tráiganmelos con vida, necesito saber si hay algún tipo de resistencia dentro de mi imperio—
—Si maestro, como ordene— como un fantasma, ambos guerreros aparecieron en el techo de la mansión y empezaron a buscar por toda el área.
Si Jin no estaba equivocado, había subestimado la fuerza detrás de Ma Teng, pensando en su seguridad decidió retirarse de la mansión, aun si quería asesinar a Ma Teng, era probable que el perdiera su vida en el proceso.
Después de bloquear el ultimo ataque de Xiao Feng, Jin lanzo una patada mandando a volar al guerrero. Antes que este se recuperara, Jin salió por el pasillo y corrió hacia el exterior.
En los pasillos, todos los guardias se pusieron en alerta cuando una gran campana resonó en el techo de la mansión.
Evitando ser encontrado, Jin se escondió en las sombras buscando los lugares menos transitados.
—Eres un nuevo guardia ¿porque llevas el rostro cubierto por un velo? Acaso eres como Xiao Feng, por favor no le digas que escape de mi habitación—
Jin quedo sorprendido al ser detectado por una mujer común que vagaba por el pasillo, él aun escondía su presencia y no entendió como ella lo encontró fácilmente.
—Espera, tu eres una de las bailarinas de Ma Teng—
—Si, Xiao Mei se llama Xiao Mei…espera, Xiao Mei dijo dos veces su nombre, porque Xiao Mei es tan tonta—
Al ver que ella comenzaba a hablar mas fuerte, Jin cubrió su boca y la llevo a una habitación vacía. Acusándolo con la mirada, Xiao Mei pellizco la cintura de Jin esperando que la soltara.
—No puedes tomar el cuerpo de Xiao Mei, si el maestro Ma se entera él nos matara a los dos—
—No tengo intención de tomar tu cuerpo, solo tengo un poco de curiosidad, como pudiste encontrarme mientras que los demás no pudieron— solo una persona con habilidades superiores o un sentido de percepción muy alto podía detectar a Jin cuando el escondía su presencia.
—Xiao Mei no confía en ti, todos los hombres dicen lo mismo, pero Xiao Mei no volverá a caer en sus palabras, la hermana de Xiao Mei le enseño que hacer en estos casos—
Sacando un frasco pequeño escondido en su pecho, Xiao Mei roció el polvo sobre el rostro de Jin esperando que hiciera efecto.
Al ver como Jin limpiaba su cara, ella espero tranquila que el hombre se desmayara, era la segunda vez que lo usaba y estaba contenta con el efecto que producía.
—Eso te pasa por querer aprovecharte de Xiao Mei— recogiendo el frasco, Xiao Mei se sintió confundida al ver que el frasco era diferente al que uso en el pasado —Quizás Xiao Mei se equivocó de frasco—
En el cuerpo de Jin, su corazón no dejaba de bombear la sangre a niveles extremos, mientras la temperatura de su cuerpo aumentaba, observando a Xiao Mei los ojos de Jin se llenaron de lujuria.
—Espera, Xiao Mei no puede ser mancillada aun— dijo protegiendo su cuerpo.
Asustada, Xiao Mei quiso escapar de la habitación, pero Jin no la soltó por más que lo intentara.
—No te preocupes, solo no grites hasta que haya abandonado la mansión— conteniendo su lujuria, Jin evito que Xiao Mei viera el bulto en sus pantalones que amenazaba con mancillarla.
Dejando atrás a Xiao Mei, Jin subió al techo de la mansión y desapareció corriendo a través de las calles.
Con la respiración agitada y sus venas hinchadas, Jin llego a la posada de las hermanas Xue y busco un balde con agua fría —Aun no es suficiente— después de arrojarse el contenido sobre él, Jin quito su ropa mientras llenaba otro balde de agua.
—Pareces bastante animado— mas tarde, Xue Ming extendió sus manos limpiando las heridas en el pecho de Jin, con sus ojos bien abiertos, ella no dejo de mirar de reojo al mástil que no perdía su dureza después de media hora.
—Estas seguro que no quieres que te de una mano— lamiéndose los labios agrego —Esta hermana mayor no tiene problemas en guiar a los más jóvenes—
Revelando un poco del interior de su ropa, Jin no pudo resistir cuando dos pechos blancos como el jade se pusieron delante de su rostro.
—nnn nnn nnnn nnnn~
Extendiendo sus labios, Jin dio la bienvenida al cuerpo firme de Xue Ming y la apoyo contra la pared. El efecto de la droga que Xiao Mei uso en el solo amplifico mas el libido de Jin, que desde el comienzo era superior a todos los hombres, con solo un impulso él se preparó a derribarla.
—No necesitas ser demasiado ansioso, solo deja que esta hermana mayor te enseñe el verdadero placer que el sexo puede entregar—
—Hmmmmmmmm~— sin evitar que sus pliegues sean arrastrados, ella movió sus caderas al ritmo del joven mientras este sacaba su miembro hasta el limite y empujaba hasta el fondo, provocando que ella lo apretara en su interior.
Como algo natural, la miel comenzó a brotar en lo más bajo de su vientre permitiendo que ambos disfrutaran del momento —Solo escucha mi voz…deja que todo lo malo atrás y libéralo en mi— cruzando sus piernas detrás de su espalda, ella no permitió que Jin se alejara de ella.
Su mente se llenaba de blanco cada vez que el tomaba el control, aun si ella era experimentada, la sensación de ser dominada era algo que despertaba lo mas profundo de su naturaleza.
Acelerando sus movimientos, una ola de placer se precipito en el interior de Xue Ming.
Sin preocuparse de la hora, o el volumen de sus gemidos, Xue Ming mordió el hombro de Jin cuando una cálida esencia lleno su interior, la corriente no se detuvo hasta que ella decidió besarlo apasionadamente.
Acercándose a su oído, ella susurro seductoramente —Mi cuerpo aun te necesita…— sin perder su dureza, Jin hizo que ella apoyara sus manos sobre una de las mesas y sin aviso comenzó a embestir su cuerpo, liberando un sonido húmedo en la habitación.
En las calles del asentamiento, grupos de guardias recorrían cada rincón buscando al hombre que intento asesinar a su maestro, no sabían que él estaba abrazando el cuerpo de una mujer sin dejar que ella recuperara el aliento.
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