Después de un momento de silencio, Ding shi miró a los maestros superiores en los alrededores y preguntó—: Aunque a Zhang shi no le importan estas bestias espirituales, ¿podemos realmente...reclamarlas descaradamente para nuestro beneficio?
Como maestros, tenían su orgullo y su brújula moral.
—Si no fuera por Zhang shi, ya podríamos haber muerto. Si tuviéramos que reclamar su arduo trabajo para nosotros mismos después de todo eso, ¡seríamos peores que las bestias!
Ya tenían una deuda de gratitud con Zhang shi por salvarlos. Si fueran a tomar sus bestias espirituales después de todo eso, ¿cómo podrían si quiera mirarlo a la cara luego? ¿Cómo podrían enfrentar sus propias conciencias?
Escudriñando los alrededores, Ding shi dijo—: Como todos aquí comparten los mismos pensamientos, ¡tengo una sugerencia!