Tres meses habían pasado desde que Tony se convirtió en un alumno del Hokage, y asumió la responsabilidad de cuidar a Naruto. Durante este tiempo, su vínculo se fortaleció, y Tony se dedicó a ayudar al pequeño ninja a crecer y aprender.
Cada viernes, Hiruzen venía a cenar con ellos. Las noches estaban llenas de risas y conversaciones sobre técnicas ninja, historias del pasado y los sueños de Naruto. El Hokage siempre traía consigo material adicional de entrenamiento para Tony, quien agradecía profundamente la generosidad y el apoyo del anciano líder.
Naruto, por su parte, había cumplido cinco años. Con una energía inagotable y una determinación ardiente, el pequeño ninja había hecho un juramento que resonaba en su corazón: "¡Un día le quitaré el sombrero viejo y seré el Hokage!" Su entusiasmo era contagioso, y Tony no podía evitar sonreír cada vez que escuchaba esas palabras.
Mientras tanto, Naruto pasaba sus días aprendiendo a leer y escribir. Aunque todavía estaba en un nivel básico, mostraba un gran interés por aprender. Tony se aseguraba de que tuviera una buena formación; le enseñaba las letras y los números con paciencia, utilizando juegos y ejercicios divertidos para mantener su atención.
"¡Mira, Tony! "¡Puedo leer esto!", exclamó Naruto un día mientras señalaba un libro ilustrado sobre ninjas legendarios. Sus ojos brillaban de emoción al pronunciar las palabras correctamente.
"¡Muy bien, Naruto! "¡Sigue así!", animó Tony con entusiasmo. "Pronto podrás leer todo lo que quieras."
A medida que pasaban los días, Tony también continuaba su propio entrenamiento. Con la guía de Hiruzen y los materiales que había recibido del Hokage y lo de los clones de sombras, estaba mejorando rápidamente en el uso del Fuinjutsu y otras técnicas ninja. La guía que había obtenido le proporcionó valiosos conocimientos sobre sellos y cómo utilizarlos eficazmente.
El invierno había llegado a Konoha, cubriendo el pueblo con un manto blanco de nieve. Tony caminaba por un camino nevado, llevando consigo todo lo necesario para la cena que compartiría con Naruto y Hiruzen esa noche. La atmósfera era tranquila, pero su mente estaba ocupada en los preparativos.
De repente, una escena familiar llamó su atención. A lo lejos, vio a una pequeña Hinata siendo acosada por tres niños. Recordó cómo Naruto vino a ayudarla cuando vivía en la calle en el canon, pero ahora que el pequeño ninja estaba en casa, no podía contar con su ayuda inmediata.
Resignado y sintiendo una punzada de indignación, Tony guardó la comida en su inventario. No podía permitir que eso continuara. En cuestión de segundos, se acercó rápidamente a la escena. Con movimientos precisos y controlados, desarmó la situación: 4,88 segundos después, los tres niños estaban inconscientes al otro lado de la calle, sin que nadie se diera cuenta de lo que había sucedido y a la vista para que se los llevaran.
Tony se agachó y frotó suavemente la cabeza de Hinata, quien lo miraba con asombro y un poco de miedo. "Hey, pequeña", dijo con una voz suave para tranquilizarla. "¿Estás bien?"
Hinata asintió lentamente, sus ojos grandes y llenos de lágrimas. Sin embargo, no pudo evitar sentirse un poco más segura al ver a Tony allí. Él sonrió amablemente y decidió cargarla sobre sus hombros para llevarla a un lugar más seguro.
"¿Por qué estás sola aquí?" le preguntó mientras caminaban hacia el parque cercano.
Con voz temblorosa, Hinata comenzó a hablar. "M-mi madre… ella… murió hoy", dijo entre sollozos. "No sabía a dónde ir… Solo corrí aquí para llorar".
Al escuchar esto, el corazón de Tony se hundió. Sabía lo difícil que era perder a un ser querido y cómo eso podía afectar a alguien tan joven como Hinata. Con una sonrisa comprensiva, le dijo: "Lo siento mucho, pequeña. Es normal sentirse triste cuando perdemos a alguien que amamos".
Cuando llegaron al complejo Hyuga, justo en ese momento apareció Hiashi Hyuga, el padre de Hinata. Al verlos juntos, su expresión cambió de preocupación a alivio al reconocer que su hija estaba bien.
"Niño", dijo Hiashi con gratitud en su voz. "Gracias por cuidar de ella."
"Solo hice lo que tenía que hacer", respondió Tony modestamente mientras bajaba suavemente a Hinata del hombro.
Hiashi se agachó para estar al nivel de su hija y le acarició la cabeza con ternura. "Vamos dentro, Hinata".
Hinata asintió tímidamente y tomó la mano de su padre mientras entraban al complejo. Antes de desaparecer dentro del edificio, Hiashi se volvió hacia Tony y le agradeció nuevamente: "Tu bondad no pasa desapercibida. Si alguna vez necesitas algo o deseas hablar sobre cualquier cosa… mi puerta siempre estará abierta".
Tony sonrió y asintió antes de continuar su camino hacia casa, viendo como el roto hombre trataba de no verse débil ante la pérdida de su esposa.
Mientras Tony caminaba por las calles nevadas de Konoha, su mente se llenó de pensamientos sobre el futuro. Recordó el canon del mundo de Naruto y cómo, según sus cálculos, a principios de primavera se firmaría un tratado de paz entre Kumo y Konoha. Sin embargo, sabía que este acuerdo estaba destinado a desmoronarse debido a un evento trágico: el secuestro de Hinata.
La imagen de Hiashi matando al secuestrador para proteger a su hija y la consiguiente muerte de Hisashi, el gemelo de Hiashi, se dibujó vívidamente en su mente. Este incidente no solo desencadenaría una serie de eventos que llevarían al odio y la división dentro del clan Hyuga, especialmente entre Neji y Hinata.
Tony sintió un escalofrío recorrer su espalda al pensar en las consecuencias devastadoras que esto tendría para todos. No podía permitir que eso sucediera. Tenía que encontrar una manera de evitarlo.
Mientras continuaba su camino hacia casa, comenzó a planear. Primero, necesitaba más información sobre los movimientos del clan Hyuga y cualquier posible amenaza que pudiera surgir en torno a Hinata.
Además, pensó en cómo podría proteger a Hinata directamente. Si lograba establecer una relación más cercana con ella, tal vez podría influir en Hiashi para que tomara precauciones adicionales. También consideró la posibilidad de entrenar a Naruto para que estuviera preparado para actuar si alguna vez se encontraban en una situación peligrosa.
"Quizás debería hablar con Neji", reflexionó Tony mientras caminaba. "Si puedo ganarme su confianza y hacerle entender lo importante que es proteger a su familia, tal vez pueda ayudar a cambiar el rumbo de los acontecimientos".
Al llegar a casa, dejó la comida en la mesa y se sentó junto a Naruto, quien estaba emocionado por contarle sobre sus avances en lectura y escritura. Pero mientras escuchaba al pequeño ninja hablar con entusiasmo, Tony no podía dejar de pensar en lo que vendría.
Esa noche, después de cenar y asegurarse de que Naruto estuviera listo para dormir, decidió configurar un plan detallado sobre cómo abordar la situación con el clan Hyuga... y de paso también el Uchiha, antes de irse a dormir.
Tony flotaba en la vasta blancura del espacio, un lugar que había llegado a conocer bien cada vez que se sumía en el sueño. Era un momento de calma antes de que Aira, su asistente y sistema de jugador, le informara sobre su progreso y las misiones pendientes.
"Aira, ¿cuál es el estado de mi misión para cumplir el deseo de Naruto?", preguntó Tony mientras observaba cómo las estrellas titilaban a su alrededor.
"La misión está actualmente al 13%, Tony". respondió Aira con su voz suave y sensual que la caracteriza. "Necesitamos aumentar la fe en el gran Momogamador y ayudar a Naruto a encontrar su camino".
Tony asintió, sintiendo una mezcla de determinación y emoción. Había pasado tres meses entrenando en este mundo, y aunque había logrado mejorar sus estadísticas, sabía que aún quedaba mucho por hacer. Con un gesto mental, solicitó ver sus estadísticas.
Nombre: Tony
Raza: Humano mejorado
Nivel: 14
Trabajo: Empleado de Momogamador, el Señor de los Deseos
Estadísticas:
Vitalidad: 4,200
Energía: 13,700
Fuerza: 100
Ataque: 73
Defensa: 110
Agilidad: 100
Inteligencia: 220
Suerte: 100
Habilidades:
Miracle Man
Shinobi
Aprendiz rápido
Cocinero profesional
Títulos:
Empleado del Dios de los Deseos
Senju
Shinobi
Estudiante de la tercera sombra de fuego
Puntos del sistema: 48 puntos disponibles para gastar en mejoras o habilidades adicionales.
Dinero en arcas: 102,000 ryō disponibles para gastar en objetos, equipo o mejoras dentro del sistema.
Gacha disponible: 6 tiradas disponibles para obtener habilidades o recursos aleatorios mediante el sistema gacha.
"Vaya… he mejorado bastante", murmuró Tony para sí mismo. "Pero necesito más poder si quiero ayudar a Naruto y cumplir mi misión".
Aira interrumpió sus pensamientos: "Puedes gastar tus puntos del sistema en la tienda o en estadísticas. También realizar tiradas de gacha para obtener nuevas habilidades, ¿qué prefieres hacer?".
Tony reflexionó por un momento. La idea de obtener habilidades aleatorias era emocionante, pero también arriesgada. Por otro lado, mejorar sus estadísticas... no era mejor ahora.
Tony, con su suerte al 100 gracias al colgante de Momogamador, decidió que era el momento perfecto para probar su suerte. Con un gesto decidido, activó las seis tiradas de gacha una a una, sintiendo una mezcla de emoción y anticipación.
Primera tirada: Un destello brillante apareció ante él, revelando 5 caramelos raros de Pokémon. Aira explicó que estos caramelos podían ser utilizados para aumentar 1 nivel por cada caramelo. Tony sonrió; eso le ahorraría tiempo.
Segunda tirada: La siguiente luz se disipó y mostró un kit básico Shinobi. Este kit consistía en:
x10 shuriken
x5 kunais
x10 bombas de humo
x3 pastillas de reposición de sangre
x3 pastillas de soldado
Y un arma aleatoria: un kama con cadena.
"¡Nada mal!", exclamó Tony mientras examinaba el equipo. "Esto definitivamente me dará oportunidades en las misiones".
Tercera tirada: La tercera tirada reveló unos anteojos de sol de Momogamador. Aira le explicó que estas gafas del Dios de los Deseos le otorgarían un zoom visual y un 10% más de suerte. Sin pensarlo dos veces, se las puso, sintiendo cómo su percepción del entorno se agudizaba y su estadística subía a 110.
Cuarta tirada: La cuarta luz brilló intensamente y le otorgó la habilidad tipo The Gamer, la cual le permitiría absorber objetos para diferentes acciones, como convertir el conocimiento de un libro en partículas de luz y asimilarlo instantáneamente.
"Demasiado OP, podré aprender mucho más rápido".
Quinta tirada: La siguiente habilidad fue la absorción natural, que le permitiría equilibrar y absorber energía natural a razón de 5 puntos por segundo. Se generó una nueva estadística: Energía natural: 5/800.
"Interesante… esto podría ayudarme a desbloquear el mokuton", reflexionó.
Sexta tirada: Finalmente, la última tirada trajo consigo la bendición de Mamaimari, acompañada de una nota que decía: "Disfruta de las niñas", junto a una foto de una mujer lujuriosamente hermosa y Momogamador con sus lentes, saludando y disfrutando sus vacaciones en algún planeta. Esta bendición haría que las mujeres se sintieran más atraídas hacia él y aumentaría su líbido ante su presencia.
Tony no pudo evitar reírse ante lo inesperado del resultado de una de las novias de su jefe, según Aira. "Bueno, parece que no solo tendré que preocuparme por mis habilidades en combate…"
"Aira, ¿cuál es nuestro próximo paso?", preguntó mientras comenzaba a planear su entrenamiento en mokuton.
"Debemos enfocarnos en mejorar tus habilidades... crear una base de taijutsu y ninjutsu", respondió Aira. "Además, podrías usar tus nuevos objetos y habilidades para hacer amigos en la aldea y atraer creyentes al gran Momogamador.
Tony asintió. Era hora de salir al mundo real y comenzar a construir relaciones en Konoha.
"Antes de que regreses a la realidad, debo recordarte que hoy se desbloqueó el subsistema de línea de sangre", le dijo Aira.
Sin pensarlo dos veces, Tony decidió usarlo. En un instante, una luz brillante lo envolvió y, cuando se disipó, se dio cuenta de que había obtenido la línea de sangre del clan Tsuchi. Esta nueva línea de sangre le otorgaría un control perfecto sobre el elemento tierra y le permitiría acceder a poderosas técnicas relacionadas con este elemento.
"Esto es increíble", pensó Tony mientras sentía cómo la energía del elemento tierra fluía a través de él. Era como si cada partícula en su entorno respondiera a su voluntad.
Justo después de asimilar esta nueva habilidad, el sistema se apagó momentáneamente y apareció un contador en su visión: 3 meses para la siguiente línea de sangre.
Con un parpadeo, la blancura del espacio se desvaneció y fue absorbida por la luz brillante del mundo real. Se encontró nuevamente en su habitación en el edificio donde vivía junto al pequeño Naruto. El sol brillaba a través de la ventana, iluminando el lugar con una calidez reconfortante para levantarse e ir a preparar el desayuno.
"¡Buenos días, Naruto!" exclamó Tony al ver al niño rubio jugando con algunos juguetes ninja en el suelo.
Naruto levantó la vista y sonrió ampliamente. "¡Buenos días, Tony! "¿Qué hiciste anoche?"
Tony sonrió y decidió no revelar todos los detalles sobre sus aventuras en el espacio de Momogamador. "Solo estuve entrenando un poco más. ¿Y tú? "¿Cómo fue el día de ayer con el Hokage?"
Naruto hizo una mueca. "Es difícil su trabajo, pero estoy decidido a convertirme en Hokage algún día. De veras."
"Eso es lo que me gusta oír", respondió Tony mientras se agachaba para estar a la altura del niño. "¿Te gustaría practicar algunas técnicas ninja juntos hoy?"
Los ojos de Naruto brillaron con entusiasmo. "¡Sí! ¡Quiero aprender algo nuevo!"
Mientras ambos se preparaban para salir al jardín, Tony sintió una mezcla de emoción y responsabilidad. Con su nueva línea de sangre y habilidades mejoradas, estaba decidido a ayudar a Hinata en la primaria próxima y evitar la muerte de Hisashi Hyuga.
A medida que caminaban hacia el campo de flores, Tony comenzó a pensar en cómo podría utilizar su control sobre la tierra para mejorar.