Respetado como uno de los tres Arzobispos de la iglesia, Nick alcanzó su posición en gran parte gracias a la influencia y la considerable riqueza de su familia.
Para muchos dentro de la iglesia, su familia era una fuerza formidable. Sin embargo, para el inescrutable Papa, apenas son dignos de nota.
El Papa muestra poca preocupación por la vida o muerte de Nick, dejando a Nick incierto sobre si vendría en su ayuda en tiempos difíciles.
En este momento, están sitiados por Reyes Demonios y demonios abismales. Su única esperanza de supervivencia es convocar ayuda.
Aunque el Papa desestime sus vidas, debería intervenir para proteger al Elegido. Su importancia para la iglesia, y el mundo, es simplemente innegable.
Nick contempla,
—Es un riesgo, pero no tenemos otras opciones.
Con un profundo suspiro, Nick sujeta el anillo en su mano, reuniendo los últimos vestigios de su poder sagrado, en un intento de llamar al Papa, la máxima autoridad de la iglesia.