"¿Fue... un simple sueño?" Era en lo único en lo que podía pensar, las escenas de anoche no paraban de asediar mi mente en un intento por descubrir que había pasado, pregunta tras pregunta me quedé atrapado en un bucle sin fin dentro de mi mente.
Ya era de madrugada, me encontraba recostado encima de las sábanas de mi cama, no podía dejar de pensar en lo que sucedió ayer, desde que me desperté en medio de la noche, no pude volver a dormir, estaba cansado tanto fisica como mentalmente, no podía seguir estando así, muy pronto tendré que ir a la escuela, asi que, con pesar en mi andar, abandoné mi habitación como padre latinoamericano... Sin mirar atrás, al salir, decidí tomar un baño para reorganizar mis ideas.
....
Una vez dentro del baño, me empecé a desvestir lentamente, un dolor fantasma me tomó por sorpresa, haciendo que mis brazos apretasen mi abdomen casi por reflejo, fue una punzada desagradable de dolor interno.
"No creo que fuera un sueño, la sensación de muerte fue macabramente similar a la misma que experimenté antes de reencarnar" hablé conmigo mismo mientras recordaba la noche del accidente, la sensación de mi propia sangre escapando me provocó una sensación de escalofríos que recorrió todo mi ser en cuestión de segundos.
Procedo a quitarme la ropa lentamente notando algo extraño, yo... Me veía diferente al día anterior, caminé unos pasos a mi derecha parándome justo en frente del espejo del baño, y, mi sorpresa fue grata.

Ciertamente había cambiado, mi cuerpo antes esquelético, ahora estaba más definido, las antiguas marcas de las costillas en mi tórax debido a una ligera desnutrición, habían desaparecido casi por completo, mis ojos se agrandaron de la sorpresa, y, en un instante recorri cada centímetro de mi nuevo estado fisico, notando como el tatuaje del león habia crecido ligeramente, y, ciertamente ya no era un león, ahora se parecía mas a un humano, un humano con gran masa muscular que empuñaba un palo de...¿Madera?, esto lo confirma, lo que pasó ayer, ciertamente no fue un sueño, necesito respuestas, nadie puede revivir asi como así...
"Amenos que seas yo claro..." Susurré para mi mismo respondiendo mi propio monólogo... Maldita sea, necesito amigos.
Terminé mi ducha, y, una vez cambiado, bajé al comedor, en el que había un plato de cerámica color blanco con un par de rebanadas de pan tostado y un huevo frito coronando, acompañado había una taza de café caliente, y, como pasó ayer, había una nota alado, era de mi madre.
"Buenos días cariño, hoy papá y mamá nos iremos a un viaje de negocios por un tiempo, te dejamos dinero suficiente para este tiempo, no lo malgastes~
Te quiere: Mamá y Papá"
Doblo la carta y la devuelvo a su lugar de origen mientras desayuno.
....
Estaba en dirección a la academia, las preguntas aún invaden mi cabeza, si recapitulamos, lo último que ví fue una mujer pelirroja saliendo de una... ¿carta?, maldita sea, debo haber estado alucinando ya que esa mujer tenía alas de murciélago...
...
"La mujer que me mató no tenía alas negras también?" Susurré para mi mismo tomando en cuenta, que talvez no fue una alucinación, necesito encontrar al chico llamado Issey para encontrar respuestas, era lógico, el pervertido estaba teniendo una conmovedora cita con esa loca antes de que nos matará.
Aceleré el paso a la academia, los cambios físicos fueron bien recibidos, ahora ya no me canso por correr 5 pasos, pero, aún no es suficiente, puede que este cambio sea bueno, pero fue como multiplicar 3 por 1, mi resistencia aun era mala, me cansé después de unos cuantos metros y llego a la academia ligeramente empapado de sudor.
Al llegar, decido tomar un ligero desvío de mi ruta habitual para buscar al pervertido.
Mi búsqueda no se alargó tanto como me lo esperaba en un principio, lo encontré fácilmente en unas escaleras junto a un chico alto con el pelo rapado y otro chico de estatura promedio con gafas, estaban discutiendo sobre la chica de Issei, aunque, todo lo que logre captar antes de pararme frente del grupo fue.
"No tenemos idea de quien sea esa tal Yuma, ¿seguro que no la inventaste?"
Al percatarse de mi existencia, El trío detiene su pequeña discusión y empezaron a mirarme con ligera extrañeza, algo normal, ¿qué buscaría el perdedor mas grande de Kuoh del trío pervertido? Issei intentó empezar una conversación, pero lo detuve en seco levantando mi brazo y usando mi pulgar para señalar el patio.
"Oye pervertido, sígueme a un lugar con menos oídos, tenemos que hablar" dije secamente sacando algunas miradas indiscretas de los adolescentes que caminaban a nuestro alrededor.
Ignorando por el como fue llamado, Issei me siguió con cierta vacilación en sus pasos, caminamos en completo silencio por unos muy incómodos segundos, después de ese instante que se sintieron eternos por la anticipación y nerviosismo llegamos al patio de la escuela, y un silencio se apodero de la atmosfera una vez más, ni uno de los dos sabia como empezar esta conversación, que ciertamente sería una gran incoherencia si cualquiera que no estuviera involucrado directamente en el accidente escuchase por error.
Issei tomando todo el valor que pudo generar, decidió hacer la pregunta del millón.
"Tu... Recuerdas a Yuma-san?" Preguntó Issei, yo solo pude sonreír amargamente porque esa era la pregunta que esperaba recibir, no sabía cómo se llamaba esa mujer pero ciertamente, el nombre que el adolescente acaba de soltar, estaba ciertamente relacionado con nuestra asesina.
"No sé cómo se llamaba esa mujer, solo sé... que ella nos mató de la misma manera" respondí seriamente provocando un escalofrío en el adolescente peli marrón, ambos volvimos a quedarnos callados mientras formulamos nuestras propias preguntas, ambos necesitamos respuesta, y, tanto él como yo, somos los únicos que podemos responderlas.
"S-si ella mismo, se llamaba Yuma, me alegro que no la olvidarás como el resto de personas a las que pregunté" la afirmación del chico me dejó ligeramente consternado, que quería decir con -olvidar-, ahora tengo una ruta, y pienso despejarla.
"¿A qué te refieres con olvidarla? ¿Acaso nadie recuerda a esa chica?" Pregunté expectante por la respuesta del chico, el jóven asintiendo saca su celular y lo maneja por unos instantes.
"E-exactamente, nadie puede recordarlo, i-incluso su número desapareció de mi teléfono", respondió el chico volviendo a guardar su teléfono.
("Maldición esto será un dolor de cabeza"), asentí como respuesta mientras un ligero gruñido salía de mi garganta.
"Ya veo... ¿Entonces, sabes quién fue la mujer que nos salvó?" Pregunté esperando por su respuesta, la identidad de esa persona estaba incrustada directamente en mi sique, si alguien sabía su identidad , tenía que ser este pervertido, es decir, ella apareció gracias a un papel que el tenía guardado ¿cierto?
Pero algo más me preocupaba, yo..., sentía que la conocía de algún lado, pero no lograba recordar, era molesto, es igual a las veces que quería responder con sarcasmo pero las palabras se me quedaban en la lengua.
....
El jóven no logró responder, era claro que no lo recordaba, decidiendo terminar nuestra pequeña conversación, empecé a caminar en dirección a las puertas de la academia, tomé una decisión, iré al mismo parque donde morí.
Issei miro mi espalda ahora distante con una expresión ligeramente confundida por la última pregunta que lancé,
-Ding Dong-,
Sonó la campana que marcaba el inicio del período académico en la escuela, el ligero bullicio de los demás alumnos sacó parcialmente al adolescente de su confusión, encogiéndose de hombros, el adolescente hormonal decidió distraer su mente con la porno que vió hace un par de días, al recordarlo, esbozó con una macabra sonrisa, el adolecente comenzó imaginarse a si mismo siendo rodeado de muchos pechos de diferentes tamaños, agarrando su maleta, el adolecente se dispuso a ir a su salón de clases.
....
....
....
Después de unos cuantos minutos, llegué al parque de Kuoh, todo estaba tal cual como lo recordaba, y, extrañamente, todo estaba igual de silencioso, esto me daba mala espina, y tomando valor, me dispuse a seguir caminando con dirección a la fuente.
"Talvez debí quedarme en la academia joder..." Susurré para mis adentros mientras retomaba la caminata.
Unos pequeños instantes pasaron y por fin llegué al lugar de dónde se suponía que debí haber muerto ayer, un ligero escalofrío recorrió mi columna mientras tenia la misma sensación ominosa que el dia de ayer, levante mi mirada y vi con horror como el cielo se puso de un color purpura completamente antinatural, sentí miedo por primera vez en mucho tiempo, mi respiración se entrecorta ligeramente y mi corazón empieza a latir con fuerza, era un situación que me llenó de por completo de ansiedad, levanté mi mirada y busque por todos lados quien era el responsable de este aura, y para mi sorpresa, no fue la misma mujer que ayer, lo que me encontre, fue una figura masculina vestida de traje y sombrero de copa, lo que mas me llamó la atención fue que tenia las mismas alas negras que portaba mi asesino.
En ese instante mi respiración se detuvo por completo, empecé a sudar a mares, mi corazón latió cada vez mas rápido, pareció que se iba a detener en cualquier momento provocando un paro cardíaco, pero... Algo me ofreció un atisbo de esperanza, un pequeño calor reconfortante se manifestó en mi hombro derecho, el mismo en dónde estaba el tatuaje, la sensación se expandió por todo mi cuerpo deteniendo de golpe la sensación de undimiento y ansiedad que esta situacion me brindaba.
"Jojojo, así que el gusano insignificante pudo resistir mi sed de sangre, es... Algo nuevo para mí" empezó a hablar mientras retenía una risa con el dorso de su mano.
("Quien demonios es él, y por qué diablos me siguen atacando estás personas con alas") Pensé mientras no apartaba mi mirada de sus manos, posiblemente el también podía crear esas lanzas luminosas, y, está vez, el estaría preparado para cualquier ataque, el tipo parece ser que captó mi mirada y esbozó una gran sonrisa que mostraba su superioridad ante una hormiga.
"Tu... Maldito demonio, ¿en serio crees que mirando mis manos, podrás preveer mis ataques? No me hagas reír" el sujeto manifestó una sonrisa diabólica en su cara provocando una vacilación en mi postura.
...
"(¿Por qué me acaba de llamar demonio?)" La forma en la que se refirió a mi me tomo por sorpresa, no podía entender está situación, pero una cosa era más que clara para mi, necesito buscar una ruta de escape de este sujeto y buscar ayuda.
Me moví lentamente sin apartar el contacto visual con mi enemigo, pero en un parpadeo, una lanza de luz atravesó mi pierna creando un enorme agujero en mi muslo izquierdo.
Mi cerebro al percibir el daño soltó una pequeña dosis de adrenalina evitando que me desmayara por el dolor, mi carne se sentia como si se estuviera quemando, algo muy diferente al ataque de ayer, era como si me hubieran atravesado la pierna con una barra de hierro al rojo vivo.
Un gruñido de dolor salió de mi boca, la sensación de ser quemado vivo provocó que mis rodillas cedieran de golpe.
Sin tener descanso alguno, el sujeto me atravesó el hombro izquierdo con otra lanza de luz, un grito de dolor salió de mi boca, esto dolía mucho más que antes.
Decidí levantar mi cabeza ligeramente, con la esperanza de poder escapar en algún descuido, pero, el rostro que pude ver frente a mi, me heló la sangre.
Vi con horror una sonrisa de oreja a oreja, mostrando con orgullo sus afilados dientes, está sonrisa, me dio a conocer que el muy cabrón es un sádico que disfruta de torturar a sus presas.
"Jajaja... me encanta ver esa expresión en los rostros de mis víctimas~, se creen muy rudos intentando aguantar el dolor, pero...~ El sólo pensar en tu cara siendo partida por la agonía hace que me excite demasiado jajajaja" volvió a reírse el infeliz, estaba claro, este cabrón no me dejará morir tan fácilmente.
La situación era una completa mierda, no tenía salvación alguna, solo podía esperar a que la mujer que me salvó anoche vuelva a por mi.
...
Los segundos de tortura parecían horas para mí, todo mi cuerpo estaba completamente lleno de agujeros y quemado en las zonas de impacto, no me podía morir por desangramiento, eso sería demasiado piadoso para mí, el proposito de quemar después de atravesar fue el de cauterizar las zonas de impacto, eso evita la muerte por desangramiento, lo único que podía hacer, era tener la mandíbula completamente cerrada, en señal de pelea, pero..., podía sentir como mi mandíbula sedia lentamente, podía sentir el sabor cobrizo de mi propia sangre proveniente de mis encías, la presión que ejercía para aguantar los gritos, provocó que la presión sobre ellas las empezara a lastimar, no podia hacer nada más, no quería darle el placer de jactarse sobre mis gritos solo podía oir las risas del imbécil.
Este monstruo por su parte se jactaba sobre mi sufrimiento, esta sensación de impotencia la odio por completo, quiero devolverle todo este daño por mil veces.
Una ira empezó a recorrer mi cuerpo superando ligeramente el dolor que padecía, un brillo amarillo se apoderó de mis manos y antebrazos, mis brazos brillaban como nunca antes lo habían hecho, y el cabrón detuvo su histerica carcajada.
"¿¡¿Te atreves a mostrar los colmillos a un ser como yo?!? !Muere maldito error de la naturaleza!" Gritó el sujeto mientras cargaba una gran cantidad de energía, quise ponerme de pie, en verdad quería, pero mis talones de Aquiles, fueron rebanados por él, y habían pequeños agujeros recorriendo por mis antebrazos, no podía moverme en lo absoluto, decidí cerrar mis ojos esperando mi muerte una vez más.
....
Una gran explosión resonó por la zona, pero, yo aún estaba vivo, ¿qué sucedió?, una gran explosión resonó una vez más, decidí abrir mis ojos y una gran sorpresa se reveló frente a mi, era la mujer de pelo rojo de ayer, pero estaba acompañada de una mujer pelinegra y una niña con el cabello blanco.
La esperanza que creí haber perdido, llegó a mí como un soplo de aire fresco en un día de verano, yo... estoy a salvo, relajé mi cuerpo por completo y deje de apretar mi mandíbula, con un pequeño impulso de terquedad, esbocé una sonrisa descarada.
"Je... Llegas tarde..." Susurré ligeramente, todas las fuerzas de mi cuerpo fueron selladas por completo, mi cabeza cayó y por el rabillo del ojo, pude ver cómo un guante de cuero vestía mi brazo derecho.
....
Caí en la inconsciencia absoluta.
....
....
....
Después de algunas horas.
Me desperté una vez más en la cama de mi habitación, lo primero que pude sentir fue el intenso dolor muscular que recorre por mi cuerpo, y solo para decorar, senti todo el dolor de cabeza que conlleva ser expuesto en una situacion de estrés tan extrema.
Logrando sentarme en mi cama, agarré mi cabeza en un intento de calmar el dolor palpitante, otra vez casi muero en este nuevo mundo y solo han pasado 2 días desde que me reencarne, maldita sea, ¿es tan mala mi suerte o es así de peligroso este mundo? No lo sé, y por ahora le quitaré importancia, soy demasiado débil para enfrentarme a esas cosas, debe aver alguna manera para matarlos, pero por ahora, me centraré en mi recuperación.
Decidí acostarme de nuevo, está vez, sentí un bulto en exceso suave a mi costado, creí que era una de mis almohadas así que decidí abrazarla y acurrucarme en ella.
En el momento en que me acomodé encima del bulto, un ligero gemido femenino salió de la nada, quedé algo aturdido por ello, me moví un poco más, solo para comprobar si era el bulto o los vecinos estaban disfrutando de su matrimonio... Al moverme una vez más, el gemido se manifestó está vez siendo un poco más fuerte, y esto lo confirmó, el gemido proviene del bulto debajo de mí, en un rápido movimiento me aparte de él, sacando las sábanas que lo cubrían con el movimiento, revelando así, a una chica de pelo rojo absolutamente desnuda.
....
¿¡¿Que carajos hace una mujer desnuda en mi cama...?!?" Vociferé mientras me alejaba más de ella, al escuchar mi grito, la chica perdió todo el sueño que alguna vez tuvo, despertándose en el proceso.
Ella se froto los ojos con una de sus delicadas manos y me lanzó una mirada ligeramente molesta por haberla despertado, nos miramos por unos momentos, yo aún estaba procesando la información.
Deteniendo mi hilo de pensamientos, sentí como una brisa de viento frío me carcomía hasta la médula, baje la mirada por reflejo, y descubrí que yo también estaba desnudo, incluso Alex junior estaba siendo movido por la fría brisa de esa noche.
Me quedé congelado, agarré una almohada y cubrí mi vergüenza, no quería que esta mujer desconocida me viera en tal situación, sería raro y podría generar malos entendidos si la bestia despierta de sus sueños.
"Buenos días Kuroichi-san ¿cómo te sientes?" Preguntó la mujer pelirroja sentándose en la cama y retirando las sábanas que aún quedaban pegadas a ella, y con ello, pude ver los alegres montículos de suavidad que le colgaban elegantemente, sacudí la cabeza y miré fijamente a los ojos de la mujer, no soy virgen, he tenido muchas experiencias antes, algo como esto no me afectará, además, tengo muchas preguntas que hacerle.
"No sé cómo responder cuando casi muero dos veces en el plazo de 2 días" respondí secamente esperando alguna reacción de la mujer, ella por su vez, frunció ligeramente el ceño por mi sarcástica respuesta, ella había visto el estado en el que me encontraba y se decepcionó profundamente por mi debilidad y falta de lucha contra el enemigo, a sus ojos, no era más que una cucaracha que por suerte se mantuvo con vida.
"Lo siento mucho, no sabíamos que estabas siendo atacado fuera de la escuela" respondió la mujer posando una de sus mejillas con su palma derecha, yo suspiré por su respuesta tan vaga... Bueno, hora de las preguntas.
"Oye.." una mano se levantó frente a mi haciendo que me quedase callado por completo.
"No te preocupes Kuroichi-san, mañana responderé a todas tus preguntas junto a Isseai-kun, por ahora solo descansa, yo curaré todas tus heridas." Habló la mujer deteniendo mi intento por recibir la información, ella se sintió ofendida al no recibir obaciones por parte de mi y comérmela con los ojos.
"Iré a dormir en el sofá" respondí secamente mientras tomaba una almohada.
Al oir mi respuesta, la chica agarro mi mano y me jaló dentro de la cama, su fuerza era algo increíble, fuí arrojado como una muñeca de trapo en medio de un huracán.
Caí de cara contra los muslos de la mujer, entonces, aprovechando la situación ella me agarró por la nuca, ejerciendo presión y provocandome un gruñido semi ahogado.
"Apartir de ahora no eres más que un simple esclavo mío, así que obedece desperdicio de torre"
....
("¿Que es lo que acaba de decir?") Me quedé callado mientras procesaba la información, no pude responder a nada más, una punzada de dolor arremetió en mi pecho, y entonces, mi cuerpo se movió solo, casi como si fuera controlado por un marionetista.
Me recosté alado de ella y la sensación de dolor se calmó por completo, desapareció como si nunca hubiera estado allí.
"Los esclavos que no obedecen a sus amos requieren un castigo... En especial los inútiles como tu~" volvió a hablar la mujer, un sentimiento de molestia creció dentro de mí, quería responderle pero una vez más, el sentimiento de dolor volvío a emerger, era como si no pudiera levantar la voz o mi mano contra esta mujer, tal vez lo que ella dice sea cierto, no soy más que un esclavo.
"Ahora duerme y déjame curar tus heridas."
Habló la mujer sin dejar camino a la negación, aún me dolía el cuerpo, y lo sentía ligeramente entumecido por las punzadas de dolor de hace un momento, suspiré como respuesta, me acomodé dentro de las sábanas dándole la espalda a la chica, mañana recibiré todas las respuestas.
Y con ese pensamiento, Morfeo me arrastró al mundo de los sueños.