—¿Realmente vale la pena? —Guo Yi negó con la cabeza.
—Debe haber sido cegada por algún ricachón playboy de segunda generación —Ding Yue apretó los dientes.
—Si una mujer ya te ha abandonado, ¿por qué no puedes dejarla ir? —Guo Yi miró a Ding Yue impasible y dijo—. Puedo salvarte una o dos veces, pero no puedo salvarte de por vida. El único que puede salvarte eres tú mismo.
—Tengo que encontrar a Chen Jialin y obtener algunas respuestas —Los ojos de Ding Yue estaban resueltos mientras decía—. ¿Ha olvidado las promesas que hicimos? Acordamos envejecer juntos, pasar una vida entera el uno con el otro, ¿no es así?
—Ding Yue, despierta —Lin Juncheng le dio una palmada en el hombro y dijo—. Ya que Chen Jialin ha elegido estar con otra persona, ¿por qué deberías estar triste por ella? Además, con tantas chicas en la universidad de arte, ¿te preocupa no encontrar una novia?
Ding Yue estaba desalentado.