Después de una noche de descanso, Hera despertó con los primeros rayos de sol descansando suavemente en su rostro mientras las cortinas se abrían automáticamente. Se removió ligeramente, el brillante sol la impulsó a abrir los ojos y estirar los músculos en la cama. Después de un momento de mirar fijamente al espacio, finalmente se levantó para asearse.
Mientras Hera se cepillaba los dientes y miraba hacia el espejo, los recuerdos del apasionado beso que había compartido con Luke inundaron su mente, haciendo que sus mejillas se sonrojaran. Se preguntaba cuándo se había vuelto tan atrevida y abierta a permitir que tales momentos sucedieran, especulando si era la creciente influencia de la trama moldeando sus acciones subconscientes.
—De cualquier manera, meterse con el destino de la protagonista femenina es equivalente a contenido R18 —se recordó Hera con una expresión irónica mientras observaba su reflejo en el espejo.