Punto de vista de Marianne cont.
Me reí y negué con la cabeza.
—Hago llorar a los demás, su majestad. ¿Por qué iba a ser yo la que llora? —Luego la miré con ojos preocupados—. ¿Cómo ha estado? Lamento no haber podido responder lo suficiente a sus cartas estos días. Ella me miró como si calculase mis palabras.
—Estoy mejor. He ganado algunos nuevos aliados —luego miró a su alrededor y bajó la voz—. Encuéntrame en tres días. Tengo algunas cosas que compartir contigo.
Asentí, realmente quería ir y ayudarla, pero me quedaba atrapado en cosas una y otra vez. Yo también necesitaba escapar.
—La ayudaré tanto como pueda, su majestad —respondí y ella me miró agradecida mientras se alejaba para evitar sospechas.
Me dirigí hacia Killian, que estaba solo en una esquina, mientras Casio entretenía a la familia real.