—Judy dijo que hoy fue al hospital a ver a una madre recién dada a luz. ¿Por qué tan cansada?
—¿Fue porque estuvo muy ocupada asistiendo recientemente a las actividades publicitarias de JK?
—Él bajó las escaleras y vio a Savannah acurrucada en el asiento trasero del SUV, con los brazos cruzados sobre su pecho y una almohada, su cara roja como una manzana.
—Dormía como un tronco.
—Señor, ¿debo despertar a la Srta. Schultz? —preguntó el guardaespaldas.
—No —respondió Dylan, aún mirando a Savannah, levantó el brazo como señal para que el guardaespaldas se fuera.
—Bajando la cabeza, el guardaespaldas se giró y se fue.
—Dylan abrió la puerta y desabrochó el cinturón de seguridad de Savannah.
—La pequeña mujer murmuró mientras se movía en su sueño inconscientemente. Pero para Dylan, era como una tentación invisible y natural.
—Respiraba entrecortadamente. Respirando hondo, Dylan se inclinó y la levantó en brazos, caminando hacia la villa.