Debido al funeral del Señor Go, Liam pospuso todos sus horarios y se mantuvo libre para gestionar todo. También pasó tiempo con Gracy, asegurándose de estar presente para apoyarla a ella y al resto de la familia de todas las maneras posibles. Era lo único que podía hacer para rendirle homenaje al hombre que había contribuido enormemente en dar forma a su carrera y ayudarlo a ascender al pedestal en el que se encontraba en ese momento.
—Debe haber sido realmente duro para Gracy —susurró Miley mientras asistían al funeral.
—Sí, lo fue. Incluso le presté mis hombros para que llorara, mientras Liam no estaba cerca —comentó Jorge, esperando la reacción llena de celos de Miley como antes.
—Entonces eso es bueno —vino el comentario amargo de Miley.
¡Bam! Jorge cayó del cielo al suelo.
¿Qué? ¿No hay reacción? ¿No hay celos en su rostro? Estaba completamente decepcionado.
Quizás sea mejor cambiar un poco mi enfoque, pensó Jorge.
—Miley, por favor ya basta... Es incómodo —suplicó Jorge.