—¿Qué quieres decir? ¿Esperas que no esté aquí después de lo que pasó hoy? —preguntó Chloe con enojo, y Valerio frunció el ceño hacia ella.
—¿De qué estás hablando? —preguntó él.
—Le confesaste a tu cuidador, ¿no? —preguntó ella, y Valerio asintió con la cabeza.
—Sí, lo hice —respondió él—. ¿Tienes algún problema con eso? —alzó la ceja hacia ella.
—¡No puedo creerte, Valerio! —le gritó ella, con los ojos como si fueran a llenarse de lágrimas en cualquier momento.
—¿Qué es lo que no puedes creer? —Valerio continuó preguntando, y Chloe apretó firmemente sus manos.