—Quería que lo llevara puesto mientras me aprovecho de ella... Las palabras resonaban en los oídos de Nicklaus y su agarre en el teléfono se apretaba; no la toques... Los ojos de Nicklaus se oscurecieron mientras miraba hacia la mansión, su mano se cerró en puños mientras la ira crecía dentro de él; no tengo ningún problema contigo, es con tu madre, no te conviertas en el más buscado en mi lista.
—Una fuerte risa resonó en la sala y Liam sacudió la cabeza; oh querido, me haces reír, ¿qué vas a hacer? Si haces algo gracioso, prometo devolverte su cabeza en una bandeja, puedes elegir tener su cabeza en una bandeja, o tener su cabeza en su cuello, la elección es tuya.
—Se rió burlonamente. Nicklaus cerró los ojos, el dolor fermentando en la parte posterior de sus párpados, nunca se perdonaría si algo le pasara a Tiana.