—Ji Yan —Shen Hanxing rizó sus dedos y suspiró suavemente—. Me hice preocuparte de nuevo.
—Mientras que regreses a salvo, todo está bien, mi esposa —Ji Yan alzó su mano para sostener los dedos de Shen Hanxing, plantó un beso en las yemas de sus dedos—. Puedes hacer lo que desees. Siempre te protegeré —Él había sido una persona indiferente desde joven. No le importaban las cosas superfluas, no le importaba el crecimiento de sus hermanos menores, y no le importaba la vida de otras personas. Había muchas otras cosas que no le importaban. Sin embargo, Shen Hanxing era diferente. Ella parecía tener pasión por muchas cosas. Se preocupaba por su familia y amigos. Aunque él solo era un extraño y solo su esposo de nombre, ella también lo trataba con mucha bondad y preocupación.