Shawn y yo bailamos al ritmo de la música, no puedo negarlo, el baila muy bien, mejor que yo incluso, de no ser por el alcohol me daría vergüenza bailar de la forma en la que estamos bailando, siento que él está demasiado cerca de mí, pero eso es lo que menos importa ahora, solo puedo sentir la mirada de algunas chicas descontentas, algunas otras que se burlan de mí. Al terminar la quinta canción Caleb nos interrumpe.
— Ya vamos a jugar beer pong.
— ¿Quieres venir? — Pregunta Shawn.
— No, iré a buscar a mi amiga.
— Bien, nos vemos.
Veo hacia la mesa de beer pong que improvisaron, allí están tres de los cuatro hermanos, solo falta Kane, debe estar en alguna esquina oscura con otra de sus chicas. Busco a Jen cerca de la mesa de bebidas, pero no la encuentro, seguramente ella también está en alguna esquina oscura con un chico, así es Jen, siempre buscando un chico con quien pasarla bien en las fiestas.
— Hola. — Dice alguien tocando mi hombro con su mano para que le preste atención. — Eres Kate ¿Cierto?
— ¿Te conozco?
— No, pero me gustaría que lo hicieras. — Noto en su risa que está nervioso.
— ¿Cómo sabes mi nombre?
— Soy amigo de Denver.
— ¿El de la biblioteca cierto?
— Sí, el mismo. ¿Quieres bailar?
— De hecho, estoy buscando a mi amiga.
— Anda, bailemos un rato.
— No, gracias.
Sin importar lo que diga me toma de la cintura, acercándome a él, intento soltarme, pero es muy fuerte para lograr soltarme, puedo deducir por su aliento que ya ha bebido demasiado.
— Relájate, vamos a bailar como bailaste con Shawn.
— No, ya déjame.
Al sentir que sus manos bajan hasta mis glúteos me sobresalto, mi reacción es abofetearlo, a él le importa muy poco y continúa intentando tocarme y besarme, estoy a punto de darle un golpe en la nariz como mi hermano me enseñó, pero alguien lo aparta de mi antes de poder hacerlo, el idiota cae al suelo de espaldas, Kane lo hizo caer al suelo.
— Te dijo que no. — Dice con una voz autoritaria. — Largo.
El chico sale corriendo de allí sin vacilar, Kane no deja de mirarlo hasta que desaparece entre la multitud.
— Yo podía sola con él.
Solo me ve con esa mirada tan característica de él, serio y sin emociones, yo intento mirarlo de la misma manera, sé que cree que soy desagradecida, pero no es así, es solo que no necesito que nadie me defienda, mucho menos alguien que solo quiere presumir como pavo real ante todos. Finalmente, deja de mirarme, pasa junto a mi sin decir una sola palabra.
Dejo de lado lo que acaba de pasar para enfocarme en encontrar a Jen, debe estar en algún lugar, no creo que me haya dejado aquí para irse con un desconocido, no otra vez. Mi equilibrio está algo afectado por el alcohol, así que decido cambiar de zapatos, por suerte siempre tengo conmigo una llave extra del auto de Jen, al llegar al auto noto algunos movimientos que provienen de adentro, inmediatamente viene a mi mente la razón por la cual el auto se mueve de un lado a otro, para respetar la privacidad de mi amiga espero unos minutos hasta que todo queda en calma, aquel chico alto, castaño y de llamativos ojos negros baja del auto abrochando su pantalón, Jen compone su vestido dentro del auto, entro del lado del copiloto para cambiar mis zapatos.
— ¿Y? ¿Qué tal estuvo? — Pregunto un poco incomoda.
— Ese chico estuvo increíble. — Dice aun recuperando el aliento.
— ¿Cuánto has bebido?
— Perdí la cuenta después de tres cervezas. — Sus palabras salen con un poco de dificultad, ciertamente ya bebió demasiado.
— Deberías quedarte aquí para descansar, debes manejar de vuelta, esa era tu responsabilidad. — Intento hacerla sentir mal por tomar de más.
— Lo siento, después de dejar a Denver conocí a este chico, una cerveza llevo a otra y luego un evento nos llevó a otro hasta terminar aquí.
— ¿Sabes al menos su nombre?
— Creo que era Travis o Trevor, o puede que sea Tristán. — Se encoje de hombros.
— Bien, solo quédate aquí, volveré en una hora. Intenta dormir, quizás se te pase la embriaguez.
— No tengo sueño, me quedaré jugando Clash, es hora de subir de copas.
— Que te diviertas. — Cierro la puerta del auto.
De vuelta en la fiesta encuentro a Marie hablando con sus amigas, están hablando acerca de un profesor que acosa a las estudiantes, rápidamente me incluyen en el circulo.
— Hubo una vez que me pidió que me quedara a discutir una tarea, se puso junto a mí, el momento incomodo llego cuando puso su mano en mi espalda, diciendo que podía darme tutorías si lo deseaba, yo le dije que mi novia me ayudaba con las clases para poder quitármelo de encima, ahora que cree que soy lesbiana me ha dejado en paz.
— ¿Por qué no lo han denunciado?
— ¿Quién nos creería? Además, si lo denunciamos podría poner una demanda por difamación en nuestra contra.
— No si tienen pruebas, podrían grabar una conversación donde les hable de manera inapropiada sin ser ustedes quienes inciten ese comportamiento por supuesto o podrían incluso grabarlo.
— Eso es una buena idea. — Dice una de las chicas.
— Lo más importante aquí es que no haya ninguna provocación de parte de ustedes, así no podrá usar la excusa de que ustedes iniciaron y él les siguió la corriente.
— Marie, tu amiga es brillante.
— Si, lo sé. — Dice Marie rodeándome con su brazo.
— Voy por otro trago.
Esa es mi excusa para salir de allí, de todos modos, si voy por ese trago. El sonido de unas patrullas interrumpe la música de la fiesta.
— La policía. — Grita un chico en una de las puertas de la bodega.
Todos comienzan a correr despavoridos, nadie quiere ser arrestado por la policía por invadir propiedad privada ni por ingerir bebidas alcohólicas siendo menor de edad, yo incluida. Tiro el vaso con el trago para correr a una de las puertas donde están saliendo todos, al parecer no hay suficientes policías para cubrir todas las entradas, ni mucho menos para arrestarnos a todos. Al salir por la parte lateral de la bodega veo que el auto de Jen ya no está allí, seguramente al ver a la policía se fue, cuando menos me alegra haberme cambiado los tacones por mis cómodos tenis. Detrás de mí corre Kane, quien se cae por una enorme piedra que hay tirada en el suelo, justo detrás de él hay un policía corriendo con sus esposas en la mano, estoy segura de que va a arrestarlo, mi reacción inmediata es tomar una botella de vidrio que esta tirada en el suelo y aventarla cerca del policía para que deje de correr en esa dirección o con suerte al menos va a distraerse en lo que Kane puede ponerse de pie para seguir corriendo. Kane me mira cuando tiro la botella a los pies del oficial, aprovecha la distracción para ponerse de pie, corre en mi dirección, al llegar junto a mí me toma del brazo, corremos un par de calles cortando camino entre algunos callejones, al sentirnos a salvo dejamos de correr, recuperamos el aliento en medio de un callejón oscuro donde nadie puede vernos.
— Yo podía solo con ese policía. — Dice de forma que parece que se burla por lo que le dije antes.
— Sé que sí, solo quería devolverte el favor. — Digo para que entienda porque lo hice.