Remia, Crystel, Residencia Windsor - 22 de Junio - Año 525
—Tú —dijo Vlas señalando a su hermano, que entraba a la habitación—. Me debes una explicación, ¿Recuerdas? —agregó, refiriéndose a su charla del día anterior y los recuerdos borrados de Zenda.
—Sí, recuerdo —respondió Rhys, dando un sorbo a su taza de café.
—¿Entonces? La estoy esperando —insistió Vlas
—Ah sí... Espera —señaló Rhys, despreocupado, mientras intentaba quitarse la venda que siempre llevaba en su mano derecha.
—¿Qué haces? —preguntó Vlas confundido. Al parecer con sus manos ocupadas no podía desatarla y movía su mano de un lado al otro.
—Ayúdame por favor, ¿Puedes quitarme está venda? —preguntó estirando su brazo.
—Si, a ver, déjame desatarla —dijo Vlas quitándola. Fue desvaneciendo capa por capa hasta llegar a ver la piel de la mano de Rhys... Se percató de algo—. Espera... ¿Qué es esto? —preguntó señalando una marca de la palma de Rhys.
Un círculo con una estrella de cinco puntas dentro. En cada uno de los espacios que la estrella permitía dentro del círculo había un dibujo diferente... Notó los cuatro más obvios, uno en cada esquina; Una balanza, una calavera, un arco y una espada... Luego en dos espacios dentro de la estrella reconoció el símbolo del infinito y el del vacío... Para terminar con los espacios restantes ocupados por varias palabras escritas con una extraña caligrafía y en un idioma imposible de entender... Quizás eso era lo que lo hacía más único.
—Esa es la razón del por qué Zenda y Kora no recuerdan nada —alegó Rhys, antes de terminar el sándwich que tenía en su mano.
—Pero... ¿Qué es? ¿Un tatuaje? —indagó Vlas, con curiosidad. No podía sacar la vista de la marca, era tan extraña.
—Se llama «Infinesse» —respondió Rhys, cambiando su acento al hablar en shi.
—¿«Infinidad» en shi? ¿A qué viene ese nombre?
—En realidad es una derivación del nombre original, que es «Infinitum Esse», que significa «Existencia Infinita» en el idioma del Scire —explicó Rhys, tomando asiento frente a su hermano.
—Espera... ¿Entonces «Scire» qué significa?
—Scire ni siquiera es el nombre original del poder, también es una adaptación shi... Significa «La Verdad», aunque hay varios escritos antiguos que afirman que esa palabra en realidad si existe en el idioma del Scire y significa «Saber».
—¿Y cuál es el nombre original entonces?
—«Scientia», significa «Conocimiento».
—Wow, vaya clase de idiomas acabamos de tener... Pero eso no termina por cerrar la idea principal... ¿Qué es el Infinesse?
—Es la fuente de poder del Scire.
Al final era lo que Vlas había sospechado.
—Oh, claro, ¿Eso es lo que te permite usar tus poderes? —preguntó Vlas, un poco entusiasmado.
—Exacto, gracias a esto puedo materializar Energía del Alma y usarla en habilidades o en mi cuerpo —explicó Rhys.
—Sí, eso lo entendí perfectamente, ahora, ¿Eso que tiene que ver con que hayas podido borrarle los recuerdos a Zenda y Kora? —intentó averiguar.
—Hay varias habilidades ocultas o únicas que el Scire posee, una de ellas es el Possessionem, o como lo llamo yo para que suene más sencillo, Control de Almas... Verás que cambiar a shi cada que tengo que explicar alguna habilidad es cansino, así que solamente les pongo un nombre yo mismo.
—Sí, eso me di cuenta, ya que «Possessionem» significa «Posesión» —adicionó Vlas— Así que Control de Almas, ¿Cómo funciona eso?
—Te lo explicaré —respondió Rhys, uniendo sus manos e inclinándose hacia adelante—. Como sabes, todas las personas tienen alma, el Scire funciona a través del control de tu propio alma... Al poder controlarlo al 100% puedes superar tu nivel espiritual y de una forma puedes controlar el alma de distintas personas mediante el Infinesse —agregó.
Vlas lo miró con atención intentando hallarle entendimiento a lo que su hermano explicaba.
—Quieres decir que de algún modo manipulaste el alma de Zenda y Kora con tu sello y entraste a su mente borrando el recuerdo de ese momento especifico, ¿Cierto?
—Así es... Lo entendiste con gran rapidez.
—De hecho no es difícil de entender, aunque hay algo que no me cierra, ¿Cómo fue que pudiste controlar su mente? No es que tenga demasiado que ver con el alma.
—En realidad si, la mente tiene mucho que ver con el alma, el cuerpo entero forma parte del alma, y el cerebro no deja de pertenecer a este también, así que controlar la mente es una consecuencia directa de poder controlar el alma.
—¿Y cómo lo haces?
—Dame tu palma —pidió Rhys, su hermano lo miró con extrañeza.
—Si toma —dijo igualmente, dándole la palma a Rhys.
En ese momento Rhys tocó con su sello la mano de Vlas, este sintió un extraño cosquilleo extenderse por su brazo. Cuando Rhys quitó su mano de la de suya, dejó ver una marca igual a la que él poseía dibujada en la palma de su hermano.
—Esto no puede ser posible... ¿Cómo hiciste eso? —preguntó Vlas, repleto de sorpresa. Acarició su palma con la yema de sus dedos, no era un dibujo, era real, eso era parte de su piel. No podía ser posible.
—¿Sorprendente, cierto? —preguntó Rhys, riendo frente a la actitud de su hermano. No dejaba de mirar su mano como si de un bebé descubriendo un nuevo juguete se tratara.
—Es que... Rhys... Me acabas de marcar la palma solo con tu mano, es increíble —declaró Vlas, con todavía su mirada puesta en su palma. Era hipnótico.
—Ahora mira esto —indicó Rhys, chasqueando los dedos.
Luego de esto, la marca en la palma de Vlas comenzó a brillar, y el de Rhys también.
—Está brillando —señaló Vlas, atónito.
—Así es... Ahora mismo entré a tu alma, así fue como les borré los recuerdos a Zenda y Kora —explicó Rhys.
—¿Estoy siendo controlado por ti en este momento? —preguntó Vlas, confundido.
—No, no, eso es imposible para mí... De hecho no del todo, hay algunas cosas que no puedo explicarte porque necesitas un conocimiento más profundo de la misma Energía del Alma, pero resumámoslo con que en este contexto no puedo hacerlo.
—¿Por qué?
—Cuando la persona que intento controlar tiene la misma sangre que yo, se vuelve imposible —contestó Rhys.
—Entonces, ¿Cómo me marcaste? —preguntó Vlas, alzando su mano con la marca.
—Eso puedo hacerlo con todos, pero cuando una persona tiene mi sangre también posee parte de mi alma, se complica demasiado controlar algo que hasta cierto punto es muy peligroso, porque si la otra persona tiene un buen dominio de su energía puede revertir el control y terminar siendo yo el controlado, además de que es un proceso mucho más largo que con alguien ajeno a nuestra línea sanguínea, porque tengo que reconocer hasta el más minino detalle de su alma, para certificar que no soy yo —explicó Rhys.
—¿Proceso? —inquirió Vlas.
—Sí, para esto se utiliza la Energía del Alma —especificó Rhys.
—¿Y cómo se lleva a cabo?
—Seré breve... Cuando toco a la persona y la marco con mi sello, a través de este infundo Energía del Alma, con mi energía dentro del cuerpo de la persona, tomo posesión de este y me fusiono con su alma, tomando el control de su espíritu, mente y cuerpo, de esta forma puedo hacer cosas bastante increíbles, como por ejemplo, borrar sus recuerdos.
—¿O sea que puedes poseer un cuerpo con tu Energía del Alma? —preguntó Vlas.
Su confusión había llegado hasta el punto en el cual no podía dejar de hacer preguntas.
—Algo así, aunque no lo llamaría «poseer» totalmente, si bien la idea principal es esa, en realidad el resultado final es solo una porción de mi energía dentro del alma de otra persona, aun así gracias a mi sello puedo potenciar mi propio alma haciendo que solo un porcentaje de esta sea tan fuerte como el alma de un humano normal.
—Ahora entendí, aunque parece simple, es difícil de entender a la primera, pero supongo que comprendiendo totalmente qué es y cómo funciona la Energía del Alma se hace más fácil —aseguró Vlas.
—Algo así, de hecho es más difícil ponerlo en práctica, yo estuve mucho tiempo puliendo esta técnica, ya que hay muchas habilidades que utilizo que necesitan de este proceso... Aunque hay una sola que hace de todo esto inútil, pero acarrea muchas consecuencias con ella, y es algo así como mi última opción —resaltó Rhys.
—¿Tienes habilidades más allá de las que ya has usado? —preguntó Vlas, se interesó rápidamente.
—Sí, la teletransportación es una de ellas por ejemplo —respondió Rhys, notando que su hermano volvió a mirarlo sorprendido.
—¿Teletransportación? Pero eso es físicamente imposible —alegó Vlas.
—Si, al igual que el vuelo y la materialización del alma, aun así, el Scire es algo que rompe con la realidad, y el control va más allá de lo que un ser humano puede entender —explicó Rhys.
—¿Quieres decirme que no importa que tan imposible sea algo, el Scire puede hacerlo igual? —inquirió Vlas.
—No del todo, para poder crear una habilidad y usarla en el Scire necesita tener una lógica dentro de los límites del sello, no se puede hacer lo que quieras —dijo Rhys—. La Energía del Alma te da el poder de controlar la materia a nivel atómico, pero con un límite que te rodea en un radio de diez metros, en cambio, el Scire no tiene ese límite, eso hace que sea mucho más flexible en la creación de habilidades, se toman leyes de la naturaleza que físicamente podrían ser imposibles, y se vuelven realidad usando el control de nuestro alma, esto hace que también sea posible darles nuestro propio toque personal —agregó.
—¿Leyes de la naturaleza? —Su hermano lo miró con cierta duda.
—Exacto, probablemente si te las explico de esa forma las entenderías fácilmente, pero al mezclarlas con el dominio del alma y la fuerza espiritual del ser humano se vuelve algo difícil de comprender y de ponerlo a prueba sin un Scire —explicó Rhys, poniéndose de pie—. Te mostraré algo —agregó, tomando la taza vacía que había usado para luego ponerla del otro lado de la sala.
—¿Qué harás? —preguntó Vlas, mirándolo con atención.
—Te mostraré la teletransportación —dijo activando su Scire. Este comenzó a brillar de nuevo—. Apareceré donde está la taza, mírala y no pestañees, presta atención —agregó antes de desaparecer frente a Vlas.
Vlas quedó mirando la taza por unos minutos hasta que se percató que Rhys no había reaparecido.
—¿Rhys? —llamó pero nadie respondía, la casa parecía estar vacía—. ¡Rhys! —gritó subiendo el tono de su voz, y comenzando a asustarse.
Cuando menos se dio cuenta, su cuerpo comenzó a desaparecer y se vio viajando por una infinita oscuridad, no veía nada, estaba ciego. Hasta que cuando parecía haber recuperado la vista, vio a Rhys enfrente suyo.
—¿Qué sucedió? ¿Qué fue eso? —preguntó desconcertado. Todo había pasado tan rápido que su cuerpo no había podido asimilar la situación. ¿Acaso sintió cómo moría?
—Eso fue la teletransportación, tenía pensado no usar la marca que dejé en ti pero me pareció mejor que lo vieras con tus propios ojos, y vivas la experiencia de viajar por el Vacío Temporal —respondió Rhys, dándose vuelta, comenzando a caminar por un sendero—. Ven conmigo, demos un paseo, te explicaré cómo funciona esto —agregó, alejándose de su hermano.
—Okey —dijo Vlas, alcanzándolo—. ¿Que fue eso? —indagó, confundido.
—Vamos por partes, comenzaré con lo básico: ¿Cómo lo hago? Mira, como dije antes, el Scire funciona gracias a mi alma y gracias a eso puedo marcar cualquier cosa que toque e infundirle mi energía, ¿Cierto? —preguntó a Vlas, y este asintió—. Okey, cuando dejo una marca con una porción de energía está todavía tiene una unión a mi cuerpo, ya que una parte del alma es lo que llamamos espíritu, las personas pueden estar en cualquier lugar gracias a él, pero el cuerpo físico impide que esto pasé, entonces lo que hice fue desagrupar todas mis partículas, desintegrando mi cuerpo físico, dejando mi espíritu libre para que se una con cualquier parte de mi alma marcada en algún lugar donde mi sello lo hizo, al volver a unirse con esta, las partículas de mi cuerpo que estaban guardadas en la marca hecha anteriormente se integran de nuevo en ese lugar, haciendo que mi cuerpo y espíritu se unan otra vez, en cambio contigo lo que hice fue sólo desintegrar tu cuerpo, tú no tienes Energía del Alma activa, por lo que se me hizo fácil cuando infundí la mía e hice pasar tu alma como si fuera yo —explicó Rhys.
Vlas escuchó con concentración, la explicación de su hermano le recordaba algo.
—Wow, esa explicación parece una de física cuántica —declaró.
—De hecho si, la física cuántica es lo más cercano y útil para explicar cómo funciona el Scire, pero no entremos en esos conceptos, no todo se puede explicar con datos científicos —dijo Rhys, mientras tomaba asiento en un banco.
—Se necesita un control perfecto de tu alma para unir las tres partes en una, ¿Cierto? —preguntó Vlas, sentándose al lado de su hermano.
—Me tomó dos años poder controlarla a la perfección, un solo error podía hacer desaparecer mi cuerpo y morir físicamente, fue todo un reto —respondió él, riendo.
—Espera, hay algo que no entendí, dijiste que el espíritu viaja por el Vacío Temporal, ¿Qué es eso? —preguntó Vlas, recordando la explicación de Rhys.
—Ah sí, no te lo expliqué, mira... El «Temporalis Inanis» en el idioma del Scire o «Tempnis» en shi, es, como su nombre lo dice... El Vacío Temporal, es la ausencia de tiempo en el alma del ser humano, o sea, una dimensión alterna donde van a parar las almas sin cuerpo físico en este universo... El espíritu y la mente son entidades inmateriales, y al no ser compuestas por materia, son inmortales, no sufren el cambio del tiempo, todo lo contrario al cuerpo, que al ser algo hecho de materia, el paso del tiempo influye en su desarrollo y por eso puede llegar a destruirse causando la muerte física de una persona, cuando esto sucede, el espíritu junto con tu mente ya no sienten el paso del tiempo, y ahora son solo entes que existen en un plano distinto a las personas vivas, este es el plano al cual llamamos Vacío Temporal, estuviste ahí hace un rato porque tu cuerpo se destruyó y desapareció toda evidencia física de tu existencia en este universo... Y al no haber tiempo en ese lugar todo parece que pasa en menos de un segundo, lo que suceda ahí no afecta a la realidad, puede pasar una eternidad en el Vacío Temporal, pero aquí solo un instante —se explayó Rhys.
—¿O sea que no importa cuánto vivamos físicamente? El espíritu y la mente nunca morirán —asumió Vlas, con una sonrisa.
—Algo así... Hay excepciones, como cuando el alma de una persona es sellada o condenada —respondió Rhys.
—Con sellado te refieres a quitarle el alma a una persona usando el Scire, ¿Cierto? —preguntó Vlas.
—Exacto... Y en cuanto a un alma condenada se refiere a cuando una persona no es capaz de dominar sus emociones o controlar sus sentimientos por un suceso en específico, sean negativos o positivos, induciéndolos en un estado frenético y automático, del que es imposible salir —respondió Rhys.
—¿Controlar sus sentimientos?
—Como dije antes, el alma se divide en tres secciones, una de ellas se llama alma emocional, aquí se controlan las emociones humanas, y para poder usar al 100% tu Scire, debes poder dominarlo, pero hay una gran desventaja, nuestro inconsciente reprime emociones e instintos que llegaron a darnos traumas o son potencialmente peligrosos para nuestra psiquis, al intentar controlar el alma emocional esta puerta se abre, las consecuencias pueden ser variadas, algunos consiguen aceptar todo lo sucedido, otros lo logran controlar y solo aceptar lo que ellos desean, pero algunos no y encuentran las peores cosas que se puedan imaginar ahí, convirtiéndose en monstruos que ya perdieron el juicio de realidad, su inconsciente los dominó y nada hará que puedan volver a ser como antes... A menos que acepten para siempre los que los hizo de esa manera.
La explicación de Rhys se vio interrumpida cuando su teléfono comenzó a sonar.
—¿Quién es? —preguntó Vlas.
Rhys leyó el nombre del contacto y un leve sentimiento de preocupación nació en él.
«Cariño».
¿Acaso había sucedido algo con Lara?
—Es Lara... Que extraño, se supone que está en una reunión —respondió Rhys intentando no pensar en cosas malas—. Hola Lara, ¿Qué sucede? —indagó, al atender la llamada.
—Hola Rhys, te habla Leah. —Se escuchó la voz de la chica del otro lado. No podía ser posible—. Te llamo del celular de mamá para avisarte que tuvo un colapso, ahora mismo está en el Hospital Norte del Distrito Sur —agregó.
La alarma de Rhys se encendió rápidamente, y su preocupación se convirtió en miedo.
—Entiendo Leah, gracias por avisarme, estaré allí en un santiamén. —Rhys cortó la llamada y bajó su rostro, comenzó a caminar de un lado al otro, dando vueltas por el lugar, invadido por los nervios—. Esto no puede estar pasando, maldita sea —maldijo tomando su cabeza.
—¿Pasó algo malo Rhys? —preguntó Vlas, la actitud de su hermano no tenía respuesta y lo confundió.
—Debemos irnos rápido Vlas... ¿Puedes aguantar esa sensación que tuviste hace un rato, otra vez? —preguntó, señalando su palma. Se refería a la teletransportación.
—Sí, claro, no tengo problemas, pero, ¿Pasó algo?
—Lara está en el hospital, debo ir ahora mismo, no la voy a dejar sola —respondió él.
—¿Lara está en el hospital? ¿Qué le sucedió? —preguntó Vlas, comenzando a preocuparse también.
—No lo sé, Leah me llamó y me dijo que tuvo un colapso, no me dio más explicaciones y tengo miedo de que sea algo grave —respondió Rhys, guardando su teléfono— ¿Estás listo? —preguntó, tomándolo del hombro.
—Hazlo —asintió Vlas, cerrando sus ojos con fuerza.
En un segundo esa sensación vino a él otra vez y la oscuridad lo encerró.
Después...
Remia, Crystel, Distrito Sur - 22 de Junio - Año 525
Reaparecieron en el tejado de un edificio. Era el hospital. Rhys rápidamente abrió la puerta de las escaleras de servicio y las bajó casi corriendo. Pasaron muchas puertas con números encima, pero la recepción quedaba en el segundo piso. Vlas solo siguió a Rhys intentando igualar su paso, aunque era difícil, él no lo quería demostrar, pero estaba casi desesperado, la preocupación por Lara era inmensa... Ya se volvía terror el desconocimiento de su estado. De todas formas, ambos suspiraron cuando vieron el número dos en una puerta, y Rhys la abrió, entrando al piso.
—Buenas tardes. —Rhys se acercó hacia la zona de consultas y saludó a la recepcionista apoyándose sobre el mostrador.
Vlas se quedó apoyado en la pared al lado del ascensor.
—Buenas tardes joven, ¿Qué buscaba? —preguntó la chica, con una gran predisposición.
—Una paciente, entró hace aproximadamente una o dos horas, me dijeron que tuvo un colapso, quisiera saber en qué habitación está —dijo Rhys, jugando con sus dedos sobre el mostrador, era lo único que al menos podía disminuir sus nervios, no podía formar un cigarrillo dentro del hospital, además de que Lara se enojaría con él si se enteraba.
—A ver... ¿Me puede decir su nombre? —preguntó la chica, colocándose sus gafas al tiempo que acomodaba el monitor.
—Sí, su nombre es Lara Harch, fonsesa, es joven, tiene treinta años, cabello escarlata y ojos azules.
Luego de decir todo eso se percató de que quizás no era necesario, los datos de ella aparecerían apenas colocara su nombre en el buscador, pero los nervios lo comenzaban a inquietar.
—Lara... Harch, aquí la encontré —dijo la recepcionista al buscar en la computadora—. Está en la habitación «204» de la tercera planta —agregó.
—Entiendo, muchas gracias —agradeció Rhys, pero a punto de irse la chica lo interrumpió.
—Espere... La señorita Harch no puede recibir visitas —avisó.
—¿Qué? —preguntó Rhys dándose la vuelta.
—La señorita Harch acaba de salir de una operación, está descansando y no puede recibir visitas hasta que los médicos permitan —explicó la chica.
—Ah, ¿Y no puedes hacer una excepción? Soy un familiar —insistió Rhys.
—No, lo siento.
—Por favor... Prometo que serán solo diez minutos... Ella es muy importante para mí y estoy demasiado preocupado por lo que haya sucedido con ella... Sé que puedes abrir tu corazón y permitirme ir a verla —pidió Rhys, guiñándole el ojo.
Lara lo mataría si se enteraba de lo que estaba haciendo, pero todo sea por ella.
—Quizás pueda... Pero solo por hoy, ya te dije dónde queda la habitación, que no te vean entrar, alguien más ya la está cuidando —respondió la chica.
—Gracias linda, te lo recompensaré, tenlo por seguro —dijo Rhys esbozando una sonrisa. Pudo notar como ella desvió su mirada a causa del rubor que en su rostro había hecho presencia—. Vamos, Vlas —avisó a su hermano, que miraba lo que sucedía al otro lado de la sala de espera.
Unos minutos después…
Subiendo por el ascensor en silencio, Rhys tenía su mirada alta y firme, con sus manos dentro de los bolsillos intentaba reflejar seguridad, pero todavía seguía intranquilo. Vlas se percató de eso, pero tenía una pregunta que hacerle.
—¿Me pareció a mi o tú estabas coqueteando con la recepcionista? —preguntó, rompiendo el silencio.
—No me hubiera dejado pasar si no actuaba así —respondió Rhys, dándole una mirada, dejando ver en su rostro una ligera sonrisa.
—Eso está mal Rhys, estabas jugando con ella.
—Eso es subjetivo, si a ella no le molestó, no fue ofensivo. —Rhys alzó sus hombros.
—Supongo —contempló Vlas—. ¿Sabes? No creo que a Lara le guste si se entera de la forma en la que te dejaron entrar —agregó, intentando aguantar la risa mientras expresaba seriedad.
—No serías capaz —señaló Rhys, dándole otra mirada, y negando con su cabeza.
—¿Qué? ¿Decirle que estabas ligando con la recepcionista? ¿Acaso me estás subestimando? —Soltó una leve risa mordaz.
—Fue por el bien de ella, me entenderá —respondió su hermano, riendo nerviosamente.
—Ey... Todavía no me has contado la historia de cómo fue su relación hasta su casamiento... Yo sé que la amas y todo eso... Pero a veces me doy cuenta de que ella es mucho más para ti que sólo tu esposa... Es que, mira cómo te pusiste al saber que ella está aquí, nunca te vi tan nervioso.
—Bueno, es que... Ella es mi vida entera, la razón por la que todos los días despierto en las mañanas y sigo adelante... Hace tiempo le hice una promesa a alguien muy importante, que fue estar con ella toda la vida, fue una promesa hacia su padre, y es la única que no he roto hasta ahora, implica mucho y terminó siendo una promesa a mí mismo también... Porque si pierdo a Lara, realmente lo perdería todo.
Esas palabras estaban llenas de sentimientos, nostalgia, amor y algo de melancolía. Guardaban mucho más que una historia de amor, el dolor se mezcló entre esos sentimientos también.
—¿Una promesa a su padre?
—Sí, hace unos años un incidente hizo que nuestras vidas cambiaran para siempre, perdimos demasiadas personas importantes, incluido sus padres, yo intenté ser fuerte y no perder nunca la razón, pero con Lara no fue igual, ella estaba fuera de sus cabales, destrozada, solo seguía adelante por instinto, y no podía ser clara con lo que quería... Lastimosamente, mi intento de ser fuerte no salió del todo bien y acabé muy mal, pero ahí apareció ella, aunque estaba rota por dentro luego de sus pérdidas, volvió... Había sufrido sola, yo la había traicionado al no cumplir la promesa que le había hecho años atrás... «Estaré contigo siempre y no dejare que caigas», le fallé, pero ella nunca se alejó, sino que todo lo contrario, volvió para que nos ayudemos a sobrellevar nuestro dolor mutuamente... El tiempo pasó y pudimos salir adelante, ahí fue cuando decidí que no podía seguir lastimando a la única persona que estuvo siempre a mi lado, en las buenas, en las malas, y en las que ya no había marcha atrás, entonces recordé la promesa que le había hecho a su padre, quería estar con ella toda mi vida, y sabía la forma perfecta para hacérselo saber —contó Rhys, una inmensa sonrisa se enmarcó en su rostro... Pensar en Lara era la verdadera cura a todo lo que le pasaba.
—Y así fue como se casaron, eso es hermoso Rhys, son el uno para el otro... Pero, ¿Cómo fue que le hiciste la promesa a su padre?
—Supongo que sabes que su padre fue asesinado, ¿Cierto? —preguntó Rhys, a lo que Vlas respondió asintiendo—. Yo lo admiraba demasiado, él junto Lara fueron los que me ayudaron a recuperarme luego de la peor etapa de mi vida... Lo apreciaba mucho, lastimosamente fue asesinado y yo no pude hacer nada, él ya venía siendo vigilado hace meses y yo le había prometido a Lara que estaría con el todo el tiempo, lo protegería y evitaría que lo asesinaran.
Recordar eso le erizó la piel... Seis años habían pasado, pero no podía olvidarse de esa sensación.
—¿No llegaste a tiempo?
—No... Confié en quien no debía, unos hombres me llevaron a un lugar donde intentaron aprisionarme, gracias a mis habilidades pude escaparme, pero cuando llegué al lugar de la reunión entre Thomas y los demás, él yacía en el suelo cubierto de sangre... —Su voz tembló—. Intente hacer lo posible para que aguantara unos minutos, al menos hasta que llegara la ambulancia, pero no pude, y hasta el día de hoy me persigue la imagen de su rostro cubierto de sangre, agonizando mientras apretaba mi mano con fuerza... Antes de morir me pidió que cuidara de Lara, de ahí la promesa de la que te hablé antes... Murió en mis brazos con una sonrisa, dejándome en claro que se iba en paz sabiendo que su hija no correría peligro a mi lado —terminó, cabizbajo.
—Por eso siempre estás a su lado y te preocupas mucho por ella, pensé que sólo eras atento porque la amabas, jamás creí que había tanto trasfondo detrás de eso —declaró Vlas, algo conmovido con la historia de su hermano.
Realmente el mundo era cruel, y muchas personas habían sufrido en el pasado, incluso si hoy en día lo ocultaban detrás de una sonrisa. Como su hermano, o Lara.
—En su funeral Lara estaba destrozada, y yo no podía hacer nada, había roto mi promesa y no podía ni siquiera consolarla... Desde ese momento juré que nunca más vería a Lara sufrir, y si de mi dependía que fuera feliz, haría hasta lo imposible por ella... También luego de ese día juré que esa sería la última vez que tendría la sangre de algún ser querido en mis manos, y que nunca los volvería a despedir en un cementerio de nuevo... Pero las rompí, a ambas... Lastime a Lara y vi morir a demasiados amigos, no era lo suficiente ser fuerte, no era lo suficiente ser un prodigio, tener talento, ser un asesino... Nada era suficiente... Por eso debía cambiar, no podía seguir viviendo con la idea de que había luz detrás de tanta oscuridad, y que al final el destino pondría a todos en su lugar, me di cuenta de que yo debía cambiar ese destino.
»Y así me terminé convirtiendo en lo que soy ahora, con mucho de lo que encargarme, con mucho para proteger, pero respaldado por un pensamiento firme que no cambiará por nada del mundo... No quiero estar atado al pasado, pero tampoco quiero olvidarme de lo que alguna vez fui, esos momentos en los que era distinto me formaron para ser alguien nuevo en el presente... No mato por placer, no peleo por placer, no soy cruel por placer, estoy consciente de lo que hago, pero demuestro que a veces la crueldad humana es tan grande que la única forma de erradicarla es con más crueldad, que no hay muchas opciones con personas que no entienden de otra manera, que el monstruo y la maldad existen, y que el dolor no es inevitable... Por eso protegeré lo que más amo, incluso si tengo que convertirme en lo que más odio, jamás me retractaré de mi palabra, por Lara, por ti, por Leah, por mamá, y por todos los que me rodean, por el recuerdo de Demian, y el poder que me dejó a cambio de su vida, por las promesas que hice, aquellas que rompí, aquellas que todavía siguen vigentes... Puedo ser el bien o el mal, todo depende de mi camino, ese camino que seguiré hasta el final de mis días... Todo por ese futuro que alguna vez les prometí.
Rhys era una persona esclava de su propio destino. Él había decidido erradicar todo lo que evitara que las personas que quería fueran felices, y en ese camino, sacrificó su humanidad, su futuro, su felicidad y su propia salud física y mental por tal propósito. Esa era su misión, hacerlos feliz a ellos, pero en cambio, sin él serlo jamás. Quería que nadie más sufriera lo que él sufrió... Por todas las vidas que arrebató, familias que destrozó y futuros que arruinó, había decidido cambiar el mundo para pagar su deuda, y si su castigo era ser infeliz, inhumano y solitario hasta el día de su muerte, así lo aceptaba, ya que podía ser las dos caras de una moneda, usando su poder para cumplir con su cometido, sacrificando todo lo que era en ese camino. Esa era su condena y a la vez su salvación, había nacido maldito y ya nada revertiría lo que era, ese era él, ese siempre fue él... El Demonio de Remia o el Niño Maravilla... Ya no importaba, porque él sabía que ambos eran uno, ambos eran Rhys Windsor... Y así, como la única persona que vivió todo eso que él vivió, podía asegurar que sólo él conocía a la perfección esa figura que asediaba su mente, y daba sentido a su camino. Y el Prodigio Divino que Rygal odiaba, era su ser completo... El Más Fuerte... La Última Esperanza... El rey que se eleva por encima de todo... El Príncipe Maldito... O el Príncipe Prometido... Todo formaba parte de sí... Una única persona... Condenada por la eternidad... Su lucha era su destino... Y sus miradas, su salvación.