—Quiero que cuides de alguien —dijo Noah y Paul se preguntaba de quién quería que cuidara su jefe. Lo último que recordaba era que su jefe y la señora aún no tenían hijos, así que de quién estaba hablando. ¿O su señora había decidido adoptar un niño de repente?
Su trabajo era el de un asistente, no el de un niñero. Paul apretó los dientes.
—Haré lo que quieras jefe —Paul fingió para no molestar al hombre más de lo que ya estaba.
—Bien. Se suponía que iba a ir de compras con mi esposa y su nueva asistente desafortunadamente quiere unirse —dijo Noah. Paul no podía entender por qué lo involucraban en eso. Noah podría decirle fácilmente a la asistente que se fuera, ¿por qué necesita un niñero para cuidar a una mujer adulta?
—Quiero que te quedes con ella y la distraigas mientras paso tiempo con mi mujer, ¿puedes hacer eso? —Noah preguntó como si le estuviera dando al hombre una opción cuando en realidad no lo estaba. Mataría a Paul si se atreviera a rechazarlo.
—Sí señor —dijo Paul.