—Entonces, ¿qué eres? —Los ojos de Noé se oscurecieron con suspicacia mientras me miraba—. El problema con tu manada podría haberse resuelto a ese nivel porque es tu jurisdicción, pero saliste de tu manada para ir a Moon Whisper a ¿hacer qué?
—Ver a mis hijos —respondí. No había necesidad de intentar prolongar la verdad—. Selene y yo no estábamos hablando precisamente y el poco tiempo que hablábamos, siempre era tan breve. Ella no me daba...
—Eso es suficiente, ambos —Selene me interrumpió con un suspiro—. Hablas como si yo no estuviera presente. Oye... estoy aquí, ¿vale?... solo porque he estado con ambos, eso no les da derecho a hablar por encima de mí. Sabes qué... —se levantó—. Voy a dar un paseo porque mientras más tiempo me quede aquí escuchando sus tonterías, más contemplo la idea de meterles mi puño en sus caras.