Mientras Quentin entra a trompicones en la sala de estar, yo vuelvo a levantar a Rick para que esté más cómodo en el sofá. Estoy en estado de shock por su declaración de salir de su casa, pero no me voy a ir hasta que sepa que estará bien.
—No creo que debas estar aquí cuando se despierte, Raven —dice Quentin con voz tensa. No necesito preguntar si ha oído lo que ha dicho Rick. Está claro que se está recuperando un poco más rápido que Rick, pero aún está débil por el hechizo.
—Solo quiero asegurarme de que está mejorando —respondo mientras le retiro el pelo de la cara.
—Me aseguraré de ello —dice con firmeza.