—¿Tú... te atreves a pegarme? —Eloise Torres se cubrió la cara, su tez enrojecida por la vergüenza, una sensación ardiente en el rostro. Bajo la mirada atenta de todos, se sintió completamente humillada.
—¡Pecaminoso! ¡Tan pecaminoso!
—¡Soy tu madre y te atreves a pegarme! ¡Habrá una retribución divina! —Eloise Torres maldijo con indignación. Estaba como una loca, destrozando todo en la sala del hospital.
Ruth Amanecer agarró a Eloise Torres.
—¡Mamá, deja de armar un escándalo! —dijo ella.
—¿Dejar de armar un escándalo? ¡He perdido la cara! —Eloise Torres gimoteó y vociferó, agitando a todos los presentes.
Por la relación entre William Cole y Ruth Amanecer, nadie se atrevió a intervenir.
Solo pudieron dejar que Eloise Torres destrozara todo en la sala del hospital en pedazos.
William Cole observó fríamente, sin pronunciar palabra y dejando que descargara su furia.
Ruth Amanecer solo podía mirar a su madre con decepción, sin saber qué decir…