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—Basil Jaak encontró las palabras de Cara desconcertantes. ¿Desde cuándo los profesores tenían que organizar a un profesor sustituto por su cuenta mientras solicitaban una baja por enfermedad? Si un profesor enfermo no podía encontrar a un sustituto dispuesto, ¿tendrían que olvidarse de tomar la baja médica?
Con ese pensamiento, Basil se acercó a un profesor y preguntó —Disculpe, estoy aquí para solicitar una baja por enfermedad en nombre de alguien. ¿Podría decirme el procedimiento en su escuela?
El profesor al que Basil se había acercado lo examinó de arriba abajo y trató de preguntar —¿Está aquí para solicitar la baja en nombre de la Señorita Sutton del departamento de inglés?
Basil preguntó con sorpresa —¿Cómo lo supo?
—Le había visto recoger a la Señorita Sutton en la puerta de la escuela antes —explicó el profesor.
—¡Ah, ya veo! —Basil rápidamente ofreció un cigarrillo al profesor y preguntó cortésmente—, ¿podría saber su apellido, profesor?