—Jaak, tenías pruebas tan sólidas en tu poder. ¿Por qué no las presentaste antes? —exclamó Vincent con los ojos bien abiertos y emocionado, como si acabara de ver al verdadero Sola Aoi Cang. Señaló a Basil Jaak—. Si hubiera sabido que tenías esto, no habría tenido que trabajar tanto.
—Nunca preguntaste, así que ¿cómo iba a saber que lo necesitabas? —se rió Basil Jaak.
—Vincent, no escuches sus tonterías. Siempre se hace la víctima, es típico de los canallas —interrumpió Yetta Astir.
—Yo...
—¿Qué 'yo'...? Haces que Vincent corra recogiendo pruebas para ti, y aun así, ocultas las más importantes y lo tomas por tonto. ¿Qué vas a hacer, eh? —Basil Jaak estaba a punto de explicar cuando Yetta Astir lo interrumpió.
—Yo... no sé qué hacer —Como Yetta Astir había abierto la boca, era seguro que tenía una agenda. Así que, en lugar de hacer enojar más a esta madrina gruñona, Basil Jaak decidió negar con la cabeza.