Pasado unos meses, en los cuales ni Giyuu ni sus hijos se movilizaron nuevamente, ellos comenzaron a trabajar en lugares que estaban cerca de la posada, dejando a su madre al cuidado de las niñas, pues a Giyuu cada día le era más difícil caminar o hacer lo más fácil, como comer o vestirse.
Cada vez se sentía peor. No solo en cuerpo, sino también en mente. No dejaba de sentir que era una carga inútil para sus hijos, los cuales insistían en querer ayudarlo. Ellos sabían perfectamente como se sentía su madre. Giyuu no pudo más y terminó por confesarles el cómo se sentía, consejo por parte de Ronin, para poder aliviarse un poco. Aoi, junto a las niñas, comenzaron a realizarles masajes durante las noches para aliviar su dolor de alguna forma y permitirle descansar mejor que antes. Las heridas ya estaban cicatrizadas, pero el dolor permanecía. Las marcas de su tormento lo acompañarían el resto de sus días. Estarían pegadas a su piel, y no desaparecerían jamás.
Durante todo ese tiempo, Ronin fue un increíble consuelo. Gracias a esto, se hizo más unido a los hermanos, llegando incluso a pasar algunas noches con ellos. Pero a la mañana debía irse para continuar con su trabajo, en donde solo volvían a verlo una vez que la noche caía nuevamente.
-Mamá-Llamó Tanjiro una noche-¿Podemos hablar?
-Claro, vamos-Bajo la atenta mirada de los demás, ambos salieron de la habitación hasta el pasillo-¿Sucede algo? No te veo bien-
-Mamá...ese hombre no me convence-
-¿Quien? ¿Ronin-San?-
-Sí...Te veo feliz junto a él, pero...su olor...-No estaba seguro de decirle-...-
-¿Su olor es raro?-Tanjiro miró al suelo apenado-...Oye-Levantó su carita con sus manos-No estoy enojado. Pero me preocupa verte así. Si no confías en Ronin, puedo dejar de hablarle. Sabes que ustedes son lo más importante para mí-Besó con cariño la frente de su hijo-Mamá confía en ti, Tanjiro. Si te sientes inseguro, o incomodo, podemos arreglarlo. Dime, por favor, qué es lo que te preocupa-
Tanjiro miró a Giyuu, sabiendo que podía confiar en su madre. Pero luego su vista se dirigió hasta el kimono azul oscuro que él le había regalado hace unos días. Hoy era la primera vez que se lo colocaba, y solo eso bastó para que su madre estuviese feliz y se viese más hermoso que nunca. Comenzó a arrepentirse de su decisión. Ronin tenía un olor raro, con un toque a uno que jamás olvidaría, pero durante todo ese tiempo, él no había sido más que cariñoso, tanto con ellos como con su madre. Les llevaba regalos a todos y jugaba con las niñas. Pudieron confiarle que Nezuko era un demonio en cuanto la vio en su tamaño grande. El yukata verde que llevaba en esos momentos era un regalo de él. ¿Por qué diablos estaba desconfiando? ¿Acaso lo había visto hacer algo malo antes? ¿Lo vio faltarle el respeto a su madre en algún momento? Ahora ya ni comprendía sus propias acciones. No debía de desconfiar. Ronin era un científico ocupado, pero que siempre se daba el tiempo de visitarlos por la noche. Era una buena persona.
-Tanjiro...-Llamó Giyuu, sacándolo así de sus pensamientos-...¿Está todo bien?-
-...Sí-Se tardó en contestar, pero su rostro no se retorció. Giyuu lo miró preocupado, preguntándose si su hijo ya era capaz de mentir sin que su rostro se retorciera como había sucedido antes-Todo está bien. Estaba un poco inseguro de él, nada más-
-...¿Estas seguro?-Lo miró a los ojos, tratando de buscar una verdad que ya no significaba nada para el menor.
-Sí. Su olor me parecía un poco raro, pero debe ser porque es un científico. Al principio no lo creí, pero recordé que trabaja en un entorno diferente, por lo que es normal que los olores se combinen. Perdón por preocuparte, mamá. Debí pensarlo mejor antes de venir a molestarle-
-...Está bien-Sonrió un poco más calmado-Pero si algo te molesta, no dudes en venir a decírmelo. Confía en mamá, ¿Sí?-
-Sí-Giyuu acarició su mejilla con cariño-...Te amo, mamá-
-Yo también, mi amor-Volvió a besar su frente-Volvamos adentró. Tus hermanos deben estar preocupados-
-¿Preocupados? ¿Por qué?-
-Tenías el rostro pálido-
-¿Tanto?-Giyuu asintió-Dios...Debí asustarte mucho-
-Lo hiciste. Pero me alegra que ya todo este bien-
-Sí...Lamento haber dudado de él-
-Eso esta bien. Es bueno ser desconfiado. Nuestra relación avanzó algo rápido. Me alegra que te dieras cuenta tú-Abrió la puerta-Ya volvimos-Todos voltearon a mirarlos, un poco sorprendidos y alegres-¿Qué sucede?-Los nueve niños estaban pegados a la ventana, mirando hacia abajo-¿Qué están mirando?-
-Mamá-Habló Senjuro, con sus hermosos ojos iluminados-Ve abajo-
-¿Qué? ¿Por qué?-No entendía esa petición. Quiso asomarse a ver, pero las niñas se lo impidieron.
-¡No!-Las tres estaban sonrientes, cosa que solo lo confundió más.
-¿Pero qué pasa?-
-¡Ve abajo!-Insistieron todos-
-....Bien-No podía batallar contra ellos.
-Yo te acompaño, mamá-Tanjiro permitió que el cuerpo de Giyuu se aferrase a él mientras caminaban-Ten cuidado con los escalones-
-Sí. Gracias, hijo-El cuerpo del omega menor se mantenía firme, pues el de su madre se tambaleaba-¿Qué se supone que querían que vie...-No fue capaz de completar la frase, pues su vista se topó de inmediato con unos orbes dorados que conocía bien.
-¿Mamá?-Miró al mismo lugar, sorprendiéndose de igual manera.
Justamente fuera de la posada, un sonriente Ronin se encontraba allí. En sus manos traía un ramo de camelias rojas, mientras que en la otra traía una caja de madera un poco larga. Ambos omegas se acercaron hasta el hombre, quien en cuanto pudo, tomó la mano de Giyuu para besarla.
-Qué hermoso se ve hoy, Giyuu-El omega mayor estaba sonrojado. Pequeñas acciones como un beso en su mano lograban cautivarlo.
-Ronin-San...-Su sonrojo incremento en cuanto el ramo fue colocado con delicadeza en una de sus manos-...Gracias. Son muy hermosas-
-Lo mejor para ti-Miró a Tanjiro-También les traje algo, no te preocupes-Le entregó la caja-Está lleno de dulces. Compártelo con los chicos. Asegúrate que Inosuke no coma muchos o le dolerá el estómago como la última vez-
-Yo se los llevaré-Giyuu se la quitó con una sonrisa-De todas formas debo dejar las rosas en agua. ¿Por qué no se quedan hablando mientras?-Creía que esa era una buena forma para que se llevaran mejor-No me tardare nada-
-Está bien. Dales un saludo de mi parte-
-Sí-Con eso, un sonriente y feliz Giyuu comenzó a subir la escaleras, dejando atrás a su hijo y a su "casi algo".
-...-Tanjiro estaba un poco nervioso. No era fácil estar cerca de alguien de quien casi hablaba mal.
-¿Quieres ir a por un helado mientras?-
-¿Eh?-Se sorprendió un poco-Eh...Claro-Lo siguió en silencio hasta un pequeño puesto de helados.
-¿De que sabor quieres?-Comenzaba a sacar el dinero-Yo quiero uno de ciruela-Indicó al anciano que los vendía.
-Yo uno de cereza, por favor-El anciano, con sus manos temblorosas, empapó el hielo picado con jarabes del respectivo sabor que habían pedido-Gracias-Agradeció una vez que lo había recibido.
-Gracias-Agradeció de igual manera Ronin.
-Su hijo es muy lindo-Ronin sonrió ante esto. De ser posible, en un futuro lo presumiría como el príncipe mayor de los demonios-Yo tengo un hijo. Estoy seguro de que mi muchacho estaría encantado de conocer a un omega tan lindo como él-
-No creo que...-Las palabras del anciano le provocaron leve incomodidad.
-Mi hijo es un buen muchacho, solo que es un poco tímido. Tal vez puedas ayudarlo a abrirse más-Su olor era sincero, pero no por eso menos incomodo.
-Yo no_-
-Señor-Habló Ronin-Considerando la edad que usted podría tener, ¿No cree que su hijo sería muy viejo para el mío?-
-¿Ah?-Se molestó ligeramente-¿Qué es lo que intenta decir?-
-Si su hijo es demasiado tímido, al punto de tener que ser su padre quien traté de buscarle un omega, entonces es problema de él. No vuelva a tratar de involucrar a mi hijo, o algún otro omega. Lo que usted hace es literalmente acoso. No quiero ni pensar en cuantos jóvenes ya habrá incomodado con sus estúpidas palabras. No lo haga otra vez, ¿Sí?-Su aura era tenebrosa, tanto que Tanjiro también se había asustado.
-¡S-Sí!-Se escondió detrás de la mesa en la que se encontraban sus cosas-¡Lo siento mucho!-
-Más le vale-Tomó la mano de Tanjiro-¿Vamos, hijo?-
-...Sí-Estaba sorprendido, pero aún así obedeció-...Gracias-
-No es ningún problema. Come rápido tu helado antes de que se derrita-Le mostró una tranquila sonrisa-Trata de no verte tan vulnerable. Sé que no quieres verte irrespetuoso, pero con ancianos como esos, es mejor que sepas darles en donde les duele. No necesariamente debe ser un golpe allí abajo. Viejos como esos se ofenden con lo que sea. Les duele la verdad-Rió un poco ante eso, sacándole también sus buenas carcajadas al menor.
-Pero se supone que debo ser lo más respetuoso posible. Así fue como me criaron-
-Regla número uno. No respetes a quienes no te respetan. Respeta a quienes te respeten. No es tan difícil recordarlo. Solo...no te dejes intimidar-
-(Él...huele a preocupación)-Estaba sorprendido. Alguien a quien apenas conocía, estaba preocupado por su seguridad-(...Ya no puedo detectar ese olor a sangre que siempre tiene)-
-...Quiero hablarte sobre algo-
-¿Sí?-
-...Llevaré a cenar a Giyuu esta noche-
-Eso es bueno-
-...Quiero comenzar a cortejarlo-
-¡!-Tosió un poco, pues justo en ese momento tenía algo de helado en la boca.
-¿Estás bien?-Le dio algunas palmaditas en la espalda-¿Necesitas agua?-
-¿Qué usted qué?-Lo miró en busca de que repitiera lo que había dicho.
-...Quiero comenzar a cortejarlo. ¿Eso te molesta?-
-...No. Solo...(...No puedo hacer o decir nada. No es mi decisión...)-Ronin estaba tranquilo esperando su respuesta-(...Ese olor a sangre a vuelto...Me da confianza, pero a la vez no. Aunque...)-Recordaba el brillo en los ojos de Giyuu cuando Ronin besó su mano-(...Mamá realmente se ve feliz junto a él...)-Respiró un poco, pues su decisión ya estaba tomada-...Puedes hacerlo. Haces feliz tanto a mi madre como a mis hermanos, así que no tengo problema alguno...Mi madre realmente lo aprecia, y mis hermanos se ponen felices cada que lo ven...Mamá no se ha sentido bien últimamente...usted es su unico consuelo-
-...Sé que Giyuu no se siente bien. Él es fuerte, pero no debería no ir a un medico. No sé que le habrá pasado exactamente, pero ya lleva meses así...Sé que tiene miedo, pero eso no debería ser una razón para quedarse así. De esa forma no se recuperará nunca-
-...Mamá teme que un extraño vea su cuerpo. Es muy sensible con eso-Bajó un poco la mirada, mientras apretaba los labios. En su mente estaban los vivos recuerdos de aquella tarde, cuando le hicieron de todo a su amada madre-...Con suerte dejaba que Aoi curará sus heridas. Pero un hospital no es una opción...-
-Me dijo que tuvo un accidente...Debió ser muy feo...-
-...Fue horrible-Recordaba los gritos de Giyuu. Suplicas que no fueron escuchadas por nadie, ni por el mismo patrón-...Realmente horrible-
-...¿Qué le sucedió realmente?-
-No soy quien para decirlo. Si quiere saberlo, va a tener que esperar hasta que mi madre se lo diga por su propia cuenta-
-Entiendo-Ambos siguieron caminando, cada uno con su propio helado.
Dato: En esta historia, Muzan puede bloquear sus sentidos a voluntad, por lo que es capaz de comer comida humana sin problema alguno. (La verdad no sé si el Muzan canon también puede hacer eso).
-...Ronin-San-Llamó el menor.
-¿Sí?-
-...Me gustaría pedirle algo-
-Claro. Puedes pedirme lo que quieras-
-...Quiero que...usted sea la persona que haga que mi madre olvidé todo-
-¿Eh?-Lo miró entre confundido y sorprendido.
-...También hágalo muy feliz. Usted es muy querido, mis hermanos estarían felices de que inicien una relación. Como el mayor, solo le pido eso-
-No te preocupes-Ambos vieron como Giyuu estaba esperándolos en la puerta de la posada-...Me aseguraré de que nunca más vuelva a sufrir-
♤La Reina de Los Demonios♤
-Debemos encontrarlo. Es peligroso dejarlo ir-Kagaya era sujetado por su preocupada esposa. La sangre salía con fuerza de su boca hasta manchar el suelo y algo de la ropa de ambos-No podemos dejarlo libre así como así-
-Pero mire como se encuentra-Amane Ubuyachiki, su esposa, limpiaba delicadamente su boca con un pañuelo-¿Qué es tan importante? ¿Por qué deseas encontrarlo? Déjalo en paz. Ya lo has lastimado suficiente-
-No lo entiendes, Amane-Sujetó la mano de la albina-Él lo tiene-
-¿Qué cosa?-
-¡El lirio araña azul!-Comenzó a toser más, mientras las manchas, que pronto comenzarían a consumir el cuerpo de su hijo, se expandían levemente por su cuerpo-¡Si él, Muzan Kibutsuji, lo encuentra_-Tosió más, escupiendo más sangre en el proceso-¡SERÁ NUESTRO FIN!-
-¿De qué se supone que hablas? Tenemos muchas de esas flores. ¿Por qué son tan importantes?-Estaba preocupada, pero a la vez temerosa y confundida.
-Esa planta...¡Esa maldita flor!-Golpeó con fuerza el suelo, asustando a sus hijos que apenas y habían llegado-¡Esa flor fue lo que comenzó todo esto! Tantas vidas perdidas, tanta miseria, dolor, llanto...muerte...¡Todo es por esa maldita flor!-Señaló con el dedo las flores que estaban en su jardín, cerradas cual capullo, apenas logrando emitir una tenue luz azul-¡Los demonios existen por culpa de esas cosas!-
-¡Padre!-Kiriya, su unico hijo y sucesor, se arrodillo frente a él-¿Qué es lo que ocurre?-
-Giyuu se llevó una de ellas. Se la di la noche que lo ascendí a Pilar...-Respiró un poco-No creí que la cuidaría tan bien, pero ese traidor lo logró hacer. ¡Y ahora se la llevó!-
-¿Qué podría suceder?-Se notaba que a su padre ya no le quedaba mucho, por lo que debía estar al tanto de todo mientras pudiera.
-Sí Muzan la encuentra, lograría finalmente reinar el mundo. El sol ya no sería un impedimento para él, ni para sus sucios demonios. Podrá hacer lo que quiera. El mundo finalmente sabría sobre la existencia de los demonios. Y en cuanto eso suceda...será nuestro fin-
♤La Reina de Los Demonios♤
-Qué lugar tan hermoso-Giyuu estaba impresionado por donde lo habían llevado-¿Estas seguro que no es muy caro?-Miró preocupado a Muzan, pues no deseaba que gastara mucho dinero en él.
-No te preocupes. Venir a un lugar lujoso como este, al menos una vez al año, no te matara-Lo ayudó a bajarse del auto.
-Pero...-El lugar era increíblemente grande, tanto que al menor le había dolido un poco el cuello de solo tratar de mirar que tan alto era, pues no era un restaurante cualquiera.
-No ocurre nada. Hoy es una noche especial-
-¿Por qué?-
-Me gustaría que esperaras primero. Quiero dejarte un poco con la duda-Enseñó su codo-¿Vamos?-
-Sí-Su brazo se envolvió lentamente en el contrarío, cosa que a Giyuu le gustaba hacer.
-Por cierto. A los chicos les reservé una mesa en otro restaurante más cerca de la posada. Podrán comer lo que quieran sin impedimento alguno. Puedes estar tranquilo-
-Oh...Realmente te has molestado esta noche. Lo siento mucho-
-No es una molestia. Al contrario-La mano del omega fue besada nuevamente con dulzura-Si pudiera, ustedes serían consentidos cada día (Y juró que así será)-
-Ay...-Un violento sonrojo cubrió todo su rostro-...Debí vestirme mejor, si es tan importante para usted-
-Ya te ves perfecto así. No necesitas la mejor ropa para verte hermoso. Pero si pudiera, haría que ocuparas solo lo mejor (Cosa que también juró realizar)-
-No diga eso. Sus regalos ya son maravillosos. No debería gastar tanto en alguien como yo-Muzan lo ayudaba con cada escalón, importándole poco cuanto se tardasen-...Usted es muy amable-
-Solo soy caballeroso-Volvió a besar su mano, sabiendo que aquella pequeña acción era la favorita del omega-Se ve que no has tenido una vida fácil. Lo mínimo que puedo hacer es darte a ti y a tus hijos cosas que no se pueden permitir. Las medicinas que te he comprado parecen haber funcionado un poco-
-Al menos no son amargas-Ambos rieron un poco por eso-Nunca he sido bueno para tragar pastillas, pero debo de hacerlo. Gracias por todo-Fue entonces que ambos finalmente de adentraron al inmenso lugar. Giyuu quedó maravillado con lo bien que se veía. Las luces, música de ambiente y la decoración daba a entender que era un lugar que muy pocos podrían permitirse conocer. Pero algo que le preocupó es el no haber visto a nadie.
-¿Qué sucede? ¿No te gusta?-
-No. No es eso. Es solo...que desde que entramos no he visto a nadie aquí-Miraba a los lados un poco preocupado.
-Eso es por...Seguramente nadie vino por algunos asuntos familiares o de trabajo. No te preocupes mucho-Giyuu se permitió respirar nuevamente-(Si le digo que reservé todo el restaurante, seguramente le da un infarto)-
-...Es hermoso-Miraba completamente sorprendido todo el lugar. Era realmente grande.
-Me alegra que te guste. Es caro, pero si te sirve de consuelo, no fue una difícil búsqueda-
-Al menos es algo. Eres muy detallista, pero también me dan nervios saber todo lo que gastas. Puedo estar bien con lo que sea-
-Ese es el problema-
-¿Eh?-
-Te acostumbras a todo muy rápido. Tanto que no te preocupa vivir junto a tus diez hijos en un pequeño cuarto, mientras estés con ellos-Lentamente movió la silla para que Giyuu fuese capaz de sentarse. El omega cada vez estaba más sonrojados con la atención que el mayor le daba. Ronin era muy caballeroso con él-...Quiero consentirte hasta que te vuelvas mimado. Quiero darte solo lo mejor. Quiero que tu ropa solo sea la más hermosa y fina. Que los pasadores en tu cabello sean de oro puro. Quiero darte todo eso, y más-Los nudillos contrarios fueron besados, aumentando el ritmo cardiaco del omega. Giyuu sentía que las piernas le temblaban, y un ya conocido cosquilleo en el estómago. Toda la atención que Ronin le daba le hacía sentirse unico.
-Ronin...-
-Quiero cortejarte. Deseo darte lo que otros no pudieron. Quiero que tanto tu vida, como la de tus hijos, cambie por completo. Quiero hacerte feliz y darte lo que te mereces-Del uno de los bolsillos internos de su chaqueta sacó una caja un poco grande y plana-...Estas en todo tu derecho de negarte. Pero aún así, deseo darte esto-La caja se movilizó por la mesa hasta estar a un lado de Giyuu.
-Oh...-Sus ojos se iluminaron en cuanto la abrió-Dios...-Dentro, unos aretes junto a un collar de plata lo esperan. Sus ojos estaban abiertos de par en par, sin creer que es lo que veía. Pasó saliva y finalmente lo volvió a mirar después de unos minutos-...Es...-Sus ojos volvieron a iluminarse con la mirada rápida que dio nuevamente al collar dentro-...Es muy hermoso-Casi le costaba decir esa corta frase-
-Me alegra que te gustaran. (Se ve que le gustan esas cosas. Debo recordarlo)-Giyuu no dudó en colocarse rápido los aretes en forma de gota de agua. Dichos aretes se veían que eran de plata, y el los diamantes cortados en forma de gota debían ser de zafiros reales. Le encantaban, pero estaba ligeramente preocupado por la inmensa cantidad que tuvieron que costar-¿Quieres que te ayude con eso?-Sin esperar una respuesta, se levantó a por el collar que ya estaba en manos del menor. Giyuu miraba un poco inseguro la pieza de arte en las manos del alfa, creyendo no merecer algo tan hermoso.
-No te preocupes mucho. Se te verá increíblemente hermoso-Trataba de calmarlo tras notar su incomodidad-Sí fue algo caro, pero no rechaces un regalo como este. Te pido que por favor lo aceptes-Enseñaba nuevamente dicho collar.
Era algo grande, hecho de plata genuina, y con un gran zafiro cortado en forma de corazón como atracción central. Combinaba perfectamente con el azul de sus ojos, y debía admitir que le encantó dicho regalo. Suspiró un poco, finalmente tomando su cabello como señal para que el demonio se lo colocara.
Dio un pequeño brinco al sentir el tacto frío sobre su pecho, pero no pudo evitar sonreír una vez que lo vio ya colocado en su cuello. No podía evitar sentirse un poco poderoso al utilizar algo como eso. Un diamante tan grande como ese no era algo que cualquiera pudiera tener. No quería volverse mimado, pero la sensación en su cuerpo casi domina su mente.
-¿Se ve bien?-Su piel pálida debido al reciente invierno era adornado con un rojo suave sobre las mejillas. El inmenso corazón estaba pegado a su pecho, dejando la cadena de plata tirante. Pero aún así, tanto él como la gema se veían bien. Era como si estuviesen hechos el uno para el otro.
-...Increíble-Cubría levemente su rostro, queriendo así ocultar su sonrojo. Sabía que Giyuu se vería hermoso, pero no sabía que tanto. Era una obra de arte viviente.
-...Sobre lo que me acaba de decir...-Su voz salió un poco tímida, mientras el sonrojo de sus mejillas aumentaba. Muzan volvió a sentarse frente suyo, tomando sus manos para darle la confianza de hablar-...Yo_-
-Buenas noches-Un hombre vestido de cocinero interrumpió al omega abruptamente. El demonio lo miró algo enojado, prometiéndose que nunca nadie más volvería a interrumpir a su reina-Es un honor el tener a tan adorable pareja en nuestro establecimiento. Usted es Endo Ronin, ¿Verdad?-
-Así es-Trataba de calmarse. No deseaba asustar a Giyuu.
-Qué bueno. Lamento mucho la tardanza-Entonces, para sorpresa de Giyuu, un grupo de cocineros trajeron una bandeja grande con un inmenso pez-Un pez como ese no es fácil de conseguir. Y con mucho gusto nos encargaremos de entretener su noche con un pequeño espectáculo-
-Por Kami...-Le gustaba mucho el pescado, pero nunca imagino que prepararían uno tan grande frente a ellos, y que fuera todo para ambos.
-Seguiremos hablando luego. Coma hasta que ya no pueda más-Los cocineros ya habían empezado con su espectáculo. Cortaban el pescado frente a ellos, y los cocinaban con diferentes movimientos que divertían mucho al menor.
Giyuu sin duda se la pasó muy bien esa noche. Y Muzan estaba feliz de cumplir con su objetivo.
♤La Reina de Los Demonios♤
-¿Crees que mamá se la está pasando bien?-Interrogó Senjuro a Tanjiro.
-Ronin-San no es un mal tipo. No llevaría a mamá a un lugar donde no se sienta cómodo-
-Eso es porque tú y Zenitsu ya lo tienen identificado por su olor y sonido-Ambos hermanos rieron un poco. Se imaginaban un escenario de Ronin huyendo de ambos mayores lo más rápido que podía.
-Seguramente debe ser por eso. Ya sabe que podemos encontrarlo fácilmente-
-Aun así, él es muy bueno con mamá-
-Con nosotros también. Eso es raro-
-Pero sorprendente-
Entonces ambos hermanos miraron a los demás, quienes ya estaban acostados en sus camas. Dormían felices y con el estómago lleno-...Él no a sido más que bueno con nosotros-
-¿...Desconfías de Ronin-San?
-Lo hacía. Sé que...es alguien amable, que nunca nos lastimaría, pero su olor...Quiero confiar en él, pero el aroma que tiene me lo dificulta un poco-
-¿Qué olor tiene?-
-...Él huele a sangre-
-¡!-El rubio se sorprendió mucho-¿Sangre? ¿Estás seguro?-
-Conozco bastante bien ese olor...Traté de decirle a mamá, pero...no puedo quitarle a alguien tan importante-
-¿Al menos sabe que tiene un olor raro?-
-No pude decírselo...-Sus manos peinaron sus rojizos cabellos hacia atrás-...Hablé con él. No le mencione nada de ese asunto, sólo le dije que hiciera feliz a mamá. A estado muy triste, y su salud va empeorando. Su humor cambia cuando se trata de él. Quitarle su felicidad no es una opción...-
-...Entiendo...-
-¿De qué tanto hablan?-La voz de Aoi los sorprendió-Zenitsu no puede dormir. Vengan a acostarse ahora-Palmeó el espacio que estaba a su lado-Es tarde. Mañana pueden seguir hablando-
-Ya vamos-Contestaron a la vez, yendo a hacer lo que la mayor les había indicado.
-Siento que la cama cada vez es un poco más pequeña-Tanjiro se acomodó como pudo detrás de su hermana, abrazándola en el proceso.
-Eso es porque estamos creciendo-Indicó la beta-Es fácil con Nezuko haciéndose pequeña, pero las niñas se están desarrollando. Y el cuerpo de Zenitsu ya llegó a su normalidad con la medicina-
-Claramente debemos ahorrar para poder tener una casa. O al menos poder comprar futones-
-No podemos cambiar estas camas, y nadie querrá dormir lejos de mamá-
-Deberíamos hablarlo con mamá. Ahora duerman-
-Sí. Buenas noches-
♤La Reina de Los Demonios♤
-Oh. Ya es bastante tarde-Giyuu era ayudado por Ronin a bajar nuevamente del auto que los había llevado-Mis niños ya deben de estar durmiendo-
-Pensé que te esperarían despiertos-
-Espero que no. No deberían estar despiertos a estas horas-
-¿Y nosotros si podemos?-El menor rió en cuanto Muzan lo acercó hasta su cuerpo.
-Supongo que sí-Ambos rieron ante eso-¿Usted no debe de trabajar mañana?-
-No. Pero estaría con mi investigación privada-
-¿Por qué no se queda un poco más?-Sus mejillas se inflaron.
-Debo trabajar-Las mejillas les omega fueron presionadas, sacando así todo el aire-Esta investigación es muy importante. Siento que estoy cerca de encontrarla-
-¿Esa investigación es más importante que yo?-
-No. Pero si quiero cumplir todo lo que te prometí, debo seguir-
-No~-Muzan se sorprendió de ver como Giyuu lo abrazaba, ocultando así su rostro entre su pecho-No quiero que te vayas. Quédate conmigo-
-(El sol saldrá en unas horas. Debo irme antes de que eso suceda)-Correspondió el abrazo-No puedo. Lo siento-Un dulce beso llegó hasta la cabeza del menor, pues no había mucha diferencia de altura-Mi trabajo me exige mucho. Debo trabajar para comprarte tus medicinas y ropa. Tus niños no se miman solos-
-...Entiendo-Se alejó lentamente.
-(Se enojó. Qué tierno)-Giyuu miró a otro lado, algo enojado por no poder cumplir su cometido-No te enojes. Ya sabes que soy un hombre ocupado-Notando entonces como el frío para el omega incrementaba, su saco fue retirado por él mismo para cubrir al menor-Hace frío esta noche. Puedes quedarte con mi saco-
-Oh...-Sus mejillas se coloraron al sentir las feromonas del mayor-(Huelen un poco raro...Pero es adictivo...)-
-¿Me dejarás marchar ahora?-
-Sí...¡Pero!_-Muzan se sorprendió un poco por esto-Yo... Le doy permiso para que me corteje-
-¿En serio?-Estaba emocionado-¡Gracias! ¡Prometo que, desde ahora, cada día va a ser feliz!-Las manos de Giyuu fueron atrapadas por las contrarias-Tú y tus hijos van a tener una vida envidiable-
-Eso...-Los ojos dorados de Ronin lo atraían completamente-...Suena maravilloso-Con esa respuesta, el mayor besó su mano, como ya era una costumbre en él-...Ronin-San-
-Vas a tener una buena vida. Te daré todo lo que te mereces, solo espera...-Los blancos nudillos del omega fueron besados nuevamente-...Y verás...-
♤La Reina de Los Demonios♤
-¿Ya los encontraron?-Kagaya sonreía tranquilo ante sus Pilares, pues no debían verlo mal.
-No, patrón-Gyomei contestó por todos-No hay rastro alguno. Hemos investigado cada pequeño pueblo, pero no logramos encontrar nada-
-Tampoco hay señales de que fueron devorados por demonios-Indicó Sanemi-Aunque me cueste admitirlo, Tomioka siempre a sido muy escurridizo-
-Con los meses pasando-Habló ahora la mariposa mutante-Tal vez ya se encuentren fuera del país. Por suerte, los demonios no han salido de Japón, pero eso no quiere decir que ellos no puedan-
-Deberíamos buscarlos más detalladamente-Mencionó ahora el unico rubio-Es imposible que ya no se encuentren cerca. Debemos encontrarlos rápido. Quien sabe lo que ahora Tomioka puede estar haciéndole a los niños-Unas horribles ojeras adornaban su rostro que ya no estaba sonriente-Tomioka debe ser encontrado y castigado por traición y secuestro-
-Sé como te sientes, hijo mío-Kagaya lo calmaba con su típica sonrisa tranquila-Yo estoy de acuerdo en todo lo que proponen. Giyuu debe ser encontrado y castigado. Y por mucho que me duela, esos chicos que lo ayudaron con su plan también. Puede sonar cruel, pero un comportamiento como ese debe ser corregido a mano dura-
-¡Estoy de acuerdo en todo lo que dice, patrón!-El alfa rubio gritó en orgullo, esperanzado-¡Hay que salvar a mi hermano!-
-¡También a mis chicas!-Shinobu no se quedó atrás. Ella también creía que las niñas habían sido secuestradas por Giyuu.
-¡Sí!-
-¡Sí!-Todos alzaron sus katanas en señal de que iban a pelear. Recuperarían a sus seres queridos y castigarían nuevamente al traidor.
♤La Reina de Los Demonios♤
-Tomioka-Sama-
-¿Sí?-La recepcionista llamó su atención.
-Dejaron eso para usted-Giyuu, quien estaba saliendo junto con sus hijos, se sorprendió de ver un gran ramo de rosas rojas en la entrada de la posada-También todo eso-Señalando a otro lugar, ahora siendo turno de los chicos de sorprenderse, pues visualizaron una montaña de regalos de varios tamaños.
-¡Mamá, mira!-Naho jaló su kimono-¡Mira, mira!-
-¡Son muchos regalos!-Kiyo estaba igual de sorprendida.
-¡Y son muy grandes!-Sumi no se quedaba atrás.
-Vayamos a comer primero-Señaló Kanao-Niñas, vayan con mamá a buscar una mesa en ese restaurante que tanto les gusta. Nosotros dejaremos todo arriba mientras-
-¡Sí!-Ellas estaban entusiasmadas, pero debían comer primero-¡Vamos, mamá!-Las tres jalaron el kimono azul claro de su madre, forzándolo así a seguirlas.
-No se esfuercen mucho. Si una caja pesa, déjenla allí-Habló el omega mayor un poco desconcertado por todos esos regalos.
-No te preocupes-Le calmó Zenitsu.
-No nos tardamos-
-Bien. Hora de llevar todo esto-Claramente no estaban entusiasmados, pero debían hacerlo de igual manera.