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—Pero no estoy tranquila. Estabas bien y aún así lograste caerte en casa, ¿no es así? ¿Y si vuelves a caerte? —Lin Lanzhi dijo muy seriamente.
—¿No se supone que la cuidadora debe velar por mí? —Su Yin dijo irritadamente.
—Si no te gusta la cuidadora, puedo hacer que se vaya —Lin Lanzhi dijo rápidamente.
La cuidadora, que estaba trabajando, se congeló cuando escuchó la conversación.
¿Era realmente una espectadora inocente recibiendo un disparo?
—Lo que no me gusta eres tú.
—Eventualmente me tomarás cariño.
—¿Cómo puedes estar tan segura?
—Si no confías en ti misma, ¿cómo esperas que los demás confíen en ti? —Lin Lanzhi tenía un aire de que era algo natural.
Su Yin tomó una respiración profunda.
Realmente necesitaba seguir respirando profundamente para calmarse.
—No te alteres, una mujer embarazada necesita estar de buen humor, así el bebé nacerá lindo y sonriente.
—¡Qué tiene que ver mi hijo contigo!