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El suelo tembló, mientras Nikola desataba una ráfaga de puñetazos que enterraban al Tigre Volador más profundamente en el suelo con cada golpe que lanzaba.
Varios picos de tierra habían brotado del suelo y destrozaron las alas del Monstruo Deimos de Rango Alfa, impidiéndole volar.
El monstruo fue incapaz de lanzar un contraataque y se vio forzado a soportar los golpes unilaterales de Nikola que lo acercaban más a la muerte.
—¡Muere! —gritó Nikola mientras su mano derecha destellaba por un breve instante antes de estrellarla contra la cabeza del Tigre Volador, destrozando su cráneo.
El monstruo emitió un último rugido de frustración antes de dejar de moverse por completo.
Nikola se enfrentó a Lux y le hizo un gesto de aprobación con el pulgar, que el Medio Elfo devolvió con su propio pulgar hacia arriba. Un momento después, el cuerpo gigante del Tigre Volador desapareció.