El hechizo y su canto también estaban en un idioma que no podía ser comprendido, ni siquiera por Lira. Era como un lenguaje completamente nuevo incluso para ella... El lenguaje de los dioses. Un idioma que era más antiguo que cualquier lengua actualmente conocida.
Después de que Gabriel terminó su hechizo, la misteriosa neblina roja comenzó a elevarse a su alrededor, cubriendo el lado izquierdo de su hombro.
Lo que sorprendió aún más a Lira fue que el brazo izquierdo de Gabriel empezó a aparecer de nuevo, igual que como solía ser. El brazo izquierdo parecía bastante ilusorio al principio, pero con el tiempo, el brazo izquierdo se hizo tan real como el resto del Espíritu de Gabriel.
Lira ya había visto tantas cosas imposibles suceder hoy, ¡y esto no era menos sorprendente! Ella había cortado una parte del Espíritu de Gabriel con sus propias manos, y regenerar un alma así debería haber sido imposible incluso para él.
—¿Quién... es él...?