Gabriel abrió la caja metálica que le habían dado Cylix y Novius.
Sin embargo, al abrir la caja, solo vio una píldora en su interior. Al notar la pequeña píldora blanca, levantó la cabeza, preguntándose qué era.
—¿Qué es esta píldora? —preguntó a Novius.
Cylix no pudo evitar reír. —Sabes, eres fuerte pero no exactamente conocedor. Necesitas trabajar en eso. No es solo la fuerza lo que puede ayudar a un mago, sino también el vasto conocimiento. La píldora que ves ante ti es una Píldora Curativa del Alma. Le dará un alivio a tu alma.
—Has colocado una gran carga en tu alma. Estas píldoras pueden usarse para curar tu alma y aliviar algunos síntomas como el temblor —explicó Novius—. Tómala. No hay veneno en ella.
Gabriel miró con sospecha a Novius y a Cylix. Aunque no desconfiaba tanto de ellos, no confiaba lo suficiente como para comer algo que le habían dado. Había muchas cosas que podrían salir mal.
Sin embargo, como si estuviera preocupado, el Rey Infernal también habló: