—Oh, probablemente estás hablando de mi amigo Sículo. Es un poco excéntrico, pero ciertamente muy poderoso —dijo la voz que de repente apareció detrás de la espalda de Andrew.
Andrew se giró sorprendido al escuchar la voz y vio a un hombre vestido con ropas elegantes y coloridas, con un sombrero adornado con plumas exóticas y un traje brillante. El hombre se acercó con una sonrisa amigable.
—Perdón por la interrupción, pero parece que están teniendo una reunión interesante aquí —dijo el recién llegado—. Me alegra que el joven Andrew me haya traído exactamente a donde quería venir. Como sospeché cuando te vi en el palacio, eres astuto.
Sin dudarlo, Andrew levantó su espada en posición defensiva. Sus ojos estaban fijos en el misterioso hombre.
—Me has seguido... ¿Quién eres? ¿Qué quieres con las princesas?
El hombre de ropas elegantes sonrió con picardía y dio otro paso adelante.