```
El centro del Bosque de los Perdidos cobró vida cuando el sol se puso.
Por la noche, la oscuridad se iluminaba con una miríada de colores que parecían bailar en el aire. Luces brillantes y parpadeantes, como pequeñas luciérnagas, flotaban entre los árboles, dejando un rastro de chispas mágicas a su paso.
Los árboles, altos y majestuosos, parecían alcanzar el cielo oscuro, sus hojas formando un dosel denso que bloqueaba la mayoría de las estrellas. Sólo unos pocos rayos de luz de luna podían penetrar la gruesa capa de hojas, creando una escena mágica y misteriosa.
Kaizen tuvo que regresar al segundo piso solo después de salir de la cueva por una salida secreta que le mostró la mujer de ojos amarillos llamada Dhetha.