—Eh, lo siento por los daños —ofreció Max, mientras el personal de la casa de subastas le lanzaba algunas miradas realmente desagradables.
Max pagó con gracia 100 millones de monedas de oro por los daños que podría haber causado sin querer en la sala y el Banco de las Siete Galaxias decidió dar por zanjado el asunto.
Para cuando Max terminó con su actualización, la subasta estaba a punto de terminar.
Su artículo en la cuarta ronda se vendió por una suma modesta de 8.5 mil millones de monedas de oro y, aunque no era la suma astronómica de 20 mil millones, tampoco era una suma irrisoriamente baja de 2 mil millones.
Al parecer, incluso en esta vida hubo una gran guerra de ofertas entre el Emperador Cervantez y Avans por la pieza del tesoro de nivel 10 y la oferta final llegó a los billones, convirtiéndolo en el artículo más caro jamás vendido.
Cervantez salió ganador de la oferta, aunque no muy complacido con la suma que había pagado por ella.