Ishtar apareció al lado de Blake y Géminis, que no sabían qué hacer. —Blake, Géminis, por favor relájense. Yo me encargaré de esto. Una estafadora ha decidido poner sus ojos en su hija. Confíen a su hija en mis manos y muévanse al lado de la habitación.
Blake miró a Ishtar, quien tenía una expresión seria en su rostro, y asintió. No sabía qué estaba ocurriendo, pero sentía que Ishtar realmente no le haría daño a su hija por ninguna razón. Él llevó a Géminis consigo mientras los dos se movían hacia el lado de la habitación. Ni siquiera un segundo después de que se movieron, una barrera dorada los rodeó a ellos y a la habitación.
—¡Loki, pedazo de mierda, sal aquí! ¡Cómo te atreves a hacerle daño a esta niña! —Ishtar estaba furiosa, sus poderes divinos estallaban fuera de ella, causando que toda la habitación comenzara a deformarse. —¡Loki, si no sales, me aseguraré de que nunca revivas!