—Bebés bonitos los que tienen en el Culto —William y los demás no pronunciaron palabra alguna hasta que llegaron aquí—. Quería saber a dónde iban, cualquier inteligencia acerca de los métodos de interrogatorio que le esperaban —¿informaron los Cardenales al otro lado sobre nuestra visita, o tendremos que quedarnos allí un tiempo?
—Todo está dispuesto para nosotros —a diferencia de lo que William esperaba, los altos mandos del Culto parecían tomar este asunto muy en serio—, el portal está preparado en el otro lado. Todo lo que tenemos que hacer es pasar por unos cuantos corredores y llegaremos al próximo portal.
William quería tomar más tiempo para pensar en sus opciones y situación actual. Sin embargo, se sentía como si el destino actuara en su contra, sin siquiera darle suficiente tiempo para reflexionar a fondo sobre todo esto.