El zorro negro utilizaba palabras burlonas, desprovistas de cualquier tono o actitud burlona en absoluto. Esto era bastante extraño, y William no pudo evitar inspeccionar de nuevo el mundo en el que se encontraba.
Y esta vez logró detectar nuevas cosas, pequeños puntos que brillaban débilmente como si fueran estrellas distantes o algo así. Antes no estaban aquí, y William sintió que el peligro venía de ellas.
—Ganaste esta prueba y eres digno de recibir mi próximo regalo para ti —el zorro negro notó las miradas de William, y sin embargo, no hizo comentarios al respecto. Parecía que el zorro se sentía más tranquilo cuando William notó estas estrellas distantes y comenzó a hablar más detalladamente.
—Te enseñaré una técnica, una que se considera sagrada en mi familia. No me mires así, no necesito oír ninguno de tus agradecimientos o gratitudes. Ganaste a lo grande esta vez, aplastaste por completo a ese monstruo y ganaste mi respeto y admiración.