—Tú… No tendrás ni un solo momento de descanso… Mi gente se vengará de mí…
—¡Cállate! —William movió su cola, y esta vez no necesitó preparar su técnica ni nada. Simplemente usó el poder de su técnica mientras avanzaba diez metros.
Su enemigo quedó con heridas tan horribles que ni siquiera pudo levantar la cabeza o un arma. Por lo tanto, era de esperarse que la espada de William alcanzara su objetivo, partiendo el cuerpo de ese enemigo por la mitad horizontalmente, comenzando por la profunda herida en su pecho.
—¡Odio a esos perdedores habladores! ¡Perdiste y eso es todo! ¿Por qué hacer una escena por algo tan trivial? —William inclinó sus labios hacia arriba, mostrando una amplia sonrisa y una expresión de felicidad en su rostro a pesar de sus palabras.