—Esto es bastante patético... Entiendo que no quieren arriesgar a sus familias y perder más, pero ¿cuál es el punto si solo sobrevives para vivir una vida de perro? —se preguntaba Rain.
Rain veía a la gente mágica ir y venir; cuando pasaban cerca de ellos, los humanos se aseguraban de bajar la cabeza mientras que los otros se aseguraban de mantenerla bien alta, llenos de orgullo. Rain no podía ver mucha diferencia entre algunos de la gente mágica y los humanos, pero otros eran bastante diferentes. Podía ver a los magos de sangre caminar a su alrededor; eran una fuerza que se volvería peligrosa en batallas más largas. Aparte de esos, vio dos tipos de gente mágica en gran número. Eran los hechiceros de calor y los verdugos de arenas movedizas.