Cuando Ardum entró en la sala de reuniones, todos los demás dejaron lo que estaban haciendo y se sentaron en sus sillas silenciosamente.
La fuerte reacción de la sala demostraba el profundo respeto que todos tenían por Ardum.
Ardum los miró a todos y asintió una vez con expresión seria, lo cual era inusual ya que Ardum solía ser bastante informal con todos.
Mientras Ardum se sentaba, todos mostraban diferentes reacciones.
La mujer joven parecía preocupada.
La mujer mayor y el hombre alto fruncieron el ceño.
El hombre pelirrojo y el hombre de cabello negro mostraron interés.
El hombre panda suspiró.
Después de sentarse, Ardum suspiró.
—Como saben algunos de ustedes, tengo un hermano menor llamado Wyntor —comenzó Ardum.
Algunas personas asintieron.
—Al igual que yo, él está pasando por todo ese asunto de ser el posible heredero, pero a diferencia de mí, está teniendo más problemas.
Ardum suspiró de nuevo.