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—Unos cien consiguieron morir, ¿eh? —Rey suspiró mientras miraba las consecuencias de la batalla, sintiendo la inquietud en el aire a su alrededor.
Los cuerpos sin vida de los Aventureros yacían dispersos en el suelo, la mayoría de sus rostros mostraban el miedo debilitador o la conmoción que enfrentaron al morir.
Algunos tenían sus cuerpos destrozados, otros simplemente murieron debido a un montón de golpes contundentes. Gran parte de ello también fue agravado por el Envenenamiento por Miasma.
A pesar de todas las medidas tomadas, parecía que las bajas eran inevitables.
—No hay nada que pueda hacer al respecto, supongo —Rey se encogió de hombros, echando un vistazo a sus compañeros detrás de él.
La mayoría de ellos tenían expresiones de alivio en sus rostros. ¿Quién podría culparlos?