—¿Veinte? —Su mente se confundió—. ¿Había viajado atrás en el tiempo?
El príncipe Zor'gan, Seraph, iba a casarse con Etaya, la princesa de las hadas, y la hermana menor de Ian Lachlan, el Rey del Reino Fae, Vilinski.
La sorpresa congeló a Anastasia en su lugar. Sus pensamientos giraban tan rápido que era difícil seguirles el rastro.
Con pantalones morados y una camisa blanca junto con una túnica morada con botones dorados, Seraph sonreía mostrando sus colmillos. Sus alas negras similares a las de un murciélago sobresalían detrás de las blancas de Etaya.
Etaya lucía etérea. Su cabello dorado revoloteaba en la cálida brisa mientras la tiara dorada en su cabeza brillaba intensamente a la luz de cientos de linternas que flotaban en el aire. Vestía un atuendo dorado y gran cantidad de joyería de oro. La combinación entera le daba un aspecto magnífico. Seraph la miraba con afecto y ella hacía lo mismo.