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A medida que se acercaba la graduación de Jia Li, ella no tenía que preocuparse porque ya había entregado su proyecto.
Jia Li comía y dormía plácidamente, pero algunos no podían.
Desde que conoció a Jia Li y se enteró de su boda y embarazo, Li Huan no ha sido el mismo.
Ha estado pensando tanto últimamente que ni siquiera se molestó en contarle a su madre sobre su promoción durante días hasta que recibió su llamada.
—¿Te promovieron? Qué alivio. Tienes que volver, mamá cocinará mucha comida para celebrar y estoy segura de que no has estado comiendo bien —dijo la Sra. Li felizmente por teléfono.
—Mamá, estoy muy ocupado, no será fácil hacerlo —respondió Li Huan.
—Aunque ahora tengas gente a tu cargo, tus fines de semana deberían seguir siendo libres. Ven a casa el próximo fin de semana y celebra con tu madre solitaria —dijo la Sra. Li mientras intentaba persuadirlo.
—Está bien, volveré el próximo fin de semana —respondió Li Huan cansadamente.