Bai Fen se sirvió té de la jarra de cerámica que había sobre la mesa mientras preguntaba —Me has citado hoy, y supongo que es algo importante, ¿de qué se trata?
Fu Hee frotó sus palmas en su regazo nerviosamente antes de mirarla directamente. No sabía cómo empezar a explicar las cosas, pero sabía que cuanto antes confesara, mejor sería para ambas partes porque había prolongado la situación por demasiado tiempo.
—Bai Fen, no sé cómo decir esto, pero por favor tienes que confiar en mí —dijo Fu Hee con una mirada de impotencia.
Bai Fen sintió que algo andaba mal, y al tener un mal presentimiento, dejó de sonreír y su rostro se volvió serio.
—¿Qué pasó? —preguntó.