—¡Ah! —dijo Fu Meixu entendiendo.
—Meixu, ¿tienes algo que hacer mañana? —El abuelo Fu le preguntó a Fu Meixu con la mirada fija en ella.
Fu Meixu se sorprendió de que su abuelo le hablara, pero recuperó la consciencia y le respondió respetuosamente.
—No, abuelo, estoy libre mañana.
No sabía la razón de su repentino interés en su horario, pero aun así le respondió.
—¡Bien! Mañana, lleva a Jia Li a comprar ropa y cualquier otra cosa que pueda necesitar. Puede que ella te rechace, pero sé que tienes buen ojo, así que ayúdala a elegir cosas buenas —dijo el abuelo Fu a Fu Meixu, mientras le hacía una señal al mayordomo Gu para que le pasara la tarjeta de crédito.
Fu Meixu estaba sobrejoyada de que su abuelo le encomendara una tarea. Estaba contenta de haber sido amable con Jia Li, de lo contrario, esta oportunidad habría pasado de largo.
Fu ChunHua también estaba contenta de que el anciano le hubiera asignado tal tarea a su hija. Estaba contenta con el cambio.