En la pantalla, Mira observaba cómo el feto crecía y crecía hasta que llegaba el momento en que debía nacer.
Lo extraño era que Mira sabía que ese cuerpo era el suyo, pero no tenía control sobre él. Solo podía sentarse en esta habitación y mirarlo desde una perspectiva de tercera persona. Si intentara explicar cómo se siente en este momento, diría que es como si fuera un alma extra que ha sido sellada en el cuerpo de este bebé.
No tiene control sobre los pensamientos o movimientos del cuerpo, pero puede sentir todo lo que el cuerpo siente, saber todo lo que cruza la mente de este cuerpo y compartir las experiencias por las que este cuerpo tiene que pasar.
Se sentía como una pasajera en la vida de alguien más. Excepto que ese "alguien" es ella.