El Viejo Maestro Luo frunció el ceño:
—¿Ella no es una sirvienta?
Luo Zhelan asintió, luchando por explicar:
—Jiang Yue asumió el papel de una sirvienta durante el Banquete de Cumpleaños de la Familia He por mi culpa. El Subjefe He puede confirmarlo; él está al tanto de su identidad.
El desdén grabado en el rostro del Viejo Maestro Luo permaneció inalterado:
—¿Y tú crees que esto justifica sus acciones? ¿Es digno de ella rebajarse de tal manera?
—Ahora que sabes que ella no es una sirvienta, ¿de repente tienes un problema con eso? Abuelo, seamos honestos. Tu desaprobación proviene no de su estatus de sirvienta, sino de tu desaprobación hacia ella independientemente. ¿Estoy en lo correcto? —La mirada de Luo Zhelan penetró en la de su abuelo.
El Viejo Maestro Luo apretó los dientes al responder:
—Sí. Tu pareja debería ser alguien de un estatus comparable al tuyo.
Luo Zhelan no pudo evitar burlarse ante la admisión de su abuelo.
Él esperaba tanto.