Chương 32: Queremos que Jiang Yue abandone la escuela
—Jiang Yue...
—¿De qué estás nerviosa? Tenemos a Xiao Xiu —dijo Jiang Yue mientras hacía un gesto hacia la chica que estaba esperando en silencio a su lado.
—¿Yo? —Jiang Xiu se quedó atónita cuando toda la atención se volcó de repente hacia ella.
La sonrisa de Xia Mingzhou se profundizó cuando lo escuchó y luego preguntó felizmente:
—Entonces, ¿con qué nos queréis retar?
—Elegiremos deportes —respondió Gao Tian sin esperar la aprobación de sus compañeros de clase.
—¿Tanto deportes masculinos como femeninos?
—Solo femeninos. Todos sabemos qué sucederá con los deportes masculinos.
—Entonces, ¿deberíamos dejar de comparar la puntuación más alta en este instante ya que también sabemos qué sucederá? —replicó Lai Li.
—¿Aún queréis retarnos con los deportes masculinos? No hay problema. Finalmente podría vengar al Hermano Tian por haber sido jugado por todos vuestros jugadores.
Uno de los deportistas masculinos de la Clase Uno entonces dijo:
—Está bien. Concentrémonos en los deportes femeninos.
Continuar con los deportes masculinos es como ofrecerse en bandeja de plata, mejor no perder el tiempo con eso.
—También añadiremos el Torneo de la Regla en la Rivalidad —dijo un Estudiante de la Clase Uno.
La Clase Once estaba a punto de rechazarlo ya que saben que Cheng Jiayi debe ser bueno en el juego cuando una voz una vez más estuvo de acuerdo.
—De acuerdo.
—Hermano Mayor Yue... —se quejó Wan Zhu mientras los ojos de Kang Jinhai relucían.
—¿Cuál es la trampa?
—¿Eh?
—No voy a jugar contigo si no puedo conseguir nada de esto —declaró Jiang Yue.
Ella todavía podría destrozar los deportes femeninos en los que se unió la Clase Uno sin este maldito desafío.
—Entonces, nosotros os dejaremos decidir.
—Si ganamos todas las competiciones deportivas entonces quiero que la Clase Uno se disculpe con la Clase Once en el escenario.
La Clase Once se quedó sin palabras cuando lo escucharon. Nunca pensaron que Jiang Yue quisiera que la Clase Uno se disculpara con ellos.
Los estudiantes de la Clase Uno dudaron al principio pero luego asintieron.
La Clase Once no tiene buenos jugadores en deportes femeninos por lo que hay una gran posibilidad de que puedan ganar. Y Jiang Yue estableció una apuesta por ganar todos los juegos. Incluso si solo pierden un deporte, eso significa que ya habían perdido la apuesta.
—Entonces, si ganamos la apuesta con la competición deportiva, quiero que la Clase Once limpie el pasillo de nuestra habitación durante un mes —afirmó Lai Li con una sonrisa irritante en su rostro.
El otro estudiante de la Clase Uno se rió entre dientes.
—¿No es eso un poco injusto? ¡Solo os hemos pedido que os disculpéis!
—Nosotros hemos planteado vuestra apuesta y nosotros la nuestra. No es nuestro problema si pensáis que no es justo.
—Entonces, ¿cuál es la apuesta para la puntuación más alta? —preguntó Wan Zhu.
¡Él no está tan preocupado por la apuesta respecto a la Competición Deportiva porque cree que su Hermano Mayor Yue arrasará con la Clase Uno en cada deporte!
—Plantea lo que quieras entonces.
La Clase Once giró sus cabezas hacia Jiang Xiu, la persona que creen que obtendrá la puntuación más alta de su clase.
—Eh— No sé. Pensadlo vosotros.
Kang Jinhai entonces dijo:
—Entonces queremos que vosotros también limpiéis nuestra habitación y los pasillos durante un mes.
A la Clase Uno no le molestó su propuesta.
¡Para limpiar la habitación y el pasillo de la Clase Once, primero tenían que superar su puntuación más alta en el examen simulado!
—Entonces, si ganamos la apuesta... ¿Alguien tiene alguna sugerencia? —preguntó Xia Mingzhou y se volvió hacia sus compañeros de clase.
Lai Li se acercó y le susurró algo.
Xia Mingzhou dudó por un momento, como si internamente estuviera en contra de lo que está a punto de decir:
—Queremos que Jiang Yue abandone la escuela.
—¿Qué has dicho?
—¿Tu cerebro aún funciona correctamente?
—¿No es eso un poco excesivo?
—Joder— Estoy a punto de pegar a esta— —Wan Zhu dio un paso adelante pero un brazo lo agarró y apenas pudo moverse. Estaba a punto de maldecir al que lo sostenía también pero se detuvo cuando vio que era Jiang Yue.
—Hermano Mayor, ¿cómo pueden proponer hacerte dejar la escuela? ¡No tienen vergüenza!
—Xia Mingzhou, ¿no crees que eso es ir demasiado lejos? —Jiang Xiu no pudo evitar expresar.
—Como dije antes, nosotros planteamos nuestra apuesta y vosotros la vuestra —Lai Li respondió en su lugar, y luego agregó—. Además, solo lo hacemos por la escuela. Jiang Yue es una amenaza andante para los otros estudiantes. Puede que no haga algo ahora pero quién sabe qué hará en el futuro.
—Lai Li... —Xia Mingzhou dijo su nombre—. Solo digo la verdad —Lai Li encogió los hombros como si fuera un asunto simple.
—Entonces, ¿por qué no me hacéis dejar la escuela también? —preguntó Kang Jinhai—. También soy una amenaza andante, ¿no creéis?
Nadie respondió. Tienen el valor de hacer que Jiang Yue se vaya porque saben que nadie la respaldará, pero es un asunto diferente para Kang Jinhai.
—Está bien. Vamos a aceptar lo que digáis —Jiang Yue de repente dijo haciendo que se detuvieran en su tren de pensamiento.
—Hermana...
Gao Tian se volvió hacia ella y preguntó con voz preocupada:
—¿Estás segura de esto? La puntuación más alta de la Clase Uno tiene una diferencia de cien puntos de la puntuación más alta de nuestra clase.
Jiang Yue simplemente levantó una ceja hacia él:
—No te preocupes.
Gao Tian sintió que su ojo temblaba con esa única frase de ella.
¿Cómo no va a preocuparse cuando es seguro que perderán la apuesta!
Kang Jinhai se rió:
—Has escuchado al Hermano Yue. Me transferiré a cualquier escuela contigo o simplemente podemos volver a la Escuela Media del Oeste.
Jiang Xiu inmediatamente agregó:
—Entonces yo me transferiré también.
Wan Zhu se volvió hacia su buen amigo y preguntó:
—¿Deberíamos transferirnos también?
Gao Tian apretó los dientes y luego asintió.
Los labios de Jiang Yue se alzaron cuando escuchó lo que todos decían.
Kang Jinhai le dio una palmada en el hombro:
—¡Transfirámonos todos Hermano Yue! ¿No crees que es mucho más emocionante? ¡Otro ambiente nuevo!
¿Transferirse?
¡Eso es lo último que haría, y tampoco hay necesidad de que ellos lo hagan!
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