—¿Para qué estaba pretendiendo este bastardo?
Aunque al principio amaba a Leng Huan y se alegró cuando comenzaron una relación, con el tiempo, se sintió cada vez más insatisfecha con Leng Huan.
Leng Huan actuaba distante en todo momento. Nunca la ayudó en su carrera y la dejó enfrentarse sola a esos sucios directores.
Ni siquiera se preocupaba por ella, ni preguntaba qué sucedía en su vida.
Sin embargo, ahora no era el momento de pensar en todas esas cosas. No podía romper con Leng Huan por el momento.
—Leng, juro por todo lo que amo, nunca quise lastimarte. Me asustaba decepcionarte —lloró.
—Siempre has tenido altos estándares, y pensé que podría ocuparme de todo sin agobiarte...
Pero Leng se había endurecido, su silencio una clara señal de que su encanto estaba fallando. Soltó una risa dura.
—Y aquí pensé que nos casaríamos algún día. Parece que ya estabas buscando una mejor oferta.