Qiao Jun sonrió con suficiencia pero no dijo nada.
Qiao Zirui estaba tan irritado que casi levanta la pierna para patear a Qiao Jun, sin embargo, la hinchazón en sus glúteos le recordaron que no debería meterse con Qiao Jun.
Al llegar a la habitación de Yu Holea, Qiao Jun la colocó en la cama y no pudo evitar murmurar para sí:
—Parece que de verdad te encanta que te lleve en brazos, Señorita Yu.
Qiao Jun miró el rostro inocente de Yu Holea y cayó en profunda reflexión.
La información que recibió y la Yu Holea que tenía frente a él eran completamente diferentes.
La del reporte que recibió afirmaba claramente que Yu Holea era una chica digna de lástima pero tonta.
No obstante, la chica frente a él era totalmente distinta.
Era inteligente y poderosa.
Hermosa pero inocente, trabajadora pero un poco perezosa.
Lo más importante, esta chica no es tan pegajosa como decía el reporte.
Por no mencionar que parece ser un poco inconsciente de varias cosas.