—Que Everon mantenga una vigilancia estrecha sobre Narx... no debe tomar ninguna decisión precipitada hasta que tengamos un pleno entendimiento de la situación —ordenó Jian.
—Revisen la ciudadela y encuentren a la chica lo antes posible.
—No escatimen esfuerzos. Aunque los ancianos insistan lo contrario, no podemos descartar la posibilidad de que la academia haya sido infiltrada.
—Tendrás que estar en guardia Kirgan, no permitiré que nada más salga mal antes de mi regreso —terminó Jian.
Al cortarse la comunicación mental, Jian simplemente continuó mirando al frente, con la expresión en blanco y los ojos tan ilegibles como siempre.
La única señal de que realmente había tomado nota del informe que acababa de recibir de Kirgan era el ligero fruncir de sus cejas, lo cual denotaba su disgusto.
—¿Qué planeas hacer? —Casiano, que estaba al lado de Jian, le preguntó cuando Jian no habló durante un largo momento después.
Jian gruñó entre dientes, pero no dio respuesta.