Recomendación musical: Canon en Re Mayor - My Little Lullabies
—La ceremonia se llevó a cabo en el salón principal del palacio.
Los invitados ya habían tomado sus asientos, y el sacerdote pronunciaba su sermón para unir a Dante y Anastasia en matrimonio. La pareja se miraba con amor, y Anastasia estaba contenta de que el velo ocultase su rubor que no mostraba signos de desaparecer de su rostro. Dante la miraba como si ella fuese la única en la sala, como si ella fuese todo lo que necesitaba para existir.
Cuando una lágrima cayó del ojo del señor Flores, la señora Flores le pasó un pañuelo.
—Mis futuros bisnietos van a ser excepcionalmente guapos —la Reina Madre ya había comenzado a diseñar atuendos para los pequeños aún por nacer—. Hacen una pareja impresionante, ¿no es así?
—Así es, mi dama —concordó Aziel, de pie a su lado.
Mientras el sacerdote continuaba, la mirada del ministro barrió a los invitados y comentó:
—Parece que la invitación no tuvo el efecto deseado.