Keira miró a Lewis sorprendida.
Cuando él llegó, había mencionado casualmente que Madeleine había salvado su vida, pero no había compartido los detalles.
¿También había sido un caso de secuestro y trata...?
Solo que, a diferencia de su propia situación, ¿había estado a punto de ser asesinado en ese momento?
Si ese fuera el caso, entonces esto realmente sería considerado un acto de gracia salvavidas.
No es de extrañar que Lewis fuera tan complaciente con Madeleine.
Mientras ella pensaba, Lewis ya había empezado a hablar, su voz profunda y suave, con un toque de ternura. —Lo siento, hablé más de la cuenta.